LIDERAZGO POSITIVO
La visita del Papa Francisco inspiró no solamente a los católicos sino también a gentes de todas las religiones. Está claro que el máximo jerarca de la Iglesia católica es un líder de gran carisma que sabe transmitir sus ideas y reflexiones tanto a religiosos como a laicos. En efecto, el Papa argentino conduce sus homilías con frases claras y contundentes cuyo propósito es, sin duda, inspirar, tocar a quienes lo escuchan, y hacer que estos se conviertan en multiplicadores de su fe, pero antes que nada en personas que trabajen por una sociedad mejor, sin importar si son creyentes o no. Frases como: “Basta con una persona buena para que haya esperanza, y cada uno de nosotros puede ser esa persona”; o “No nos quedemos en dar el primer paso, sigamos caminando hacia el encuentro del otro”, se salen de las fronteras de lo religioso y nos invitan a trabajar conjuntamente como sociedad y a mejorar como individuos. Muchas de estas frases han inspirado una campaña de liderazgo positivo que hoy promueve la ANDI con la Conferencia Episcopal y medios de comunicación.
En el caso particular de nuestro país podemos hacer muchas reflexiones. Como colombianos, todos habitamos un mismo territorio y, sin duda alguna, somos nosotros quienes debemos hacer de nuestro país un mejor lugar para vivir. Ese “liderazgo positivo” que, con palabras y obras, ejerce el Papa Francisco, es indiscutiblemente una de las mejores formas para transmitir grandes e inspiradores mensajes para todos los seres humanos.
A propósito de las elecciones al Congreso y Presidencia que se aproximan, personalmente esperaría que todos quienes aspiren a liderar nuestra Nación sean ejemplo de líderes positivos. Hoy día, todos los ciudadanos estamos esperanzados en que la página de la corrupción, las intrigas, los personalismos y el mal ejemplo de muchos de nuestros líderes quede de manera definitiva en el pasado. Pero para conseguirlo es indispensable que en las próximas elecciones votemos a conciencia por personajes que representen verdaderos liderazgos que ejemplaricen a todos los colombianos. Personalmente siempre he creído que para liderar a nuestro país no solamente se deben tener las capacidades sino también representar probidad y ejemplo de buen comportamiento: palabras y obras. En momentos de tanta polarización como los que vive el país, hace falta el liderazgo positivo. Pero el liderazgo positivo no solo lo deben encarnar nuestros líderes sino igualmente todos los ciudadanos, muchas veces reclamamos un mejor país pero algunos evaden impuestos, maltratan mujeres, no respetan las señales de tránsito, arrojan pa- peles a la calle o, inclusive, transmiten información sin verificar su veracidad, desinformando, etc. En fin, todas estas acciones negativas, unas más graves que otras, terminan enviando un mensaje erróneo que desdice de todos nosotros como sociedad. Debemos trabajar en este sentido. Esto es, incrementar los liderazgos positivos para que las nuevas generaciones tengan como referentes no solo a personas inspiradoras, sino también que entiendan que cambiar algunos comportamientos, muchos de ellos sencillos, (respetar la fila, usar bien el idioma, cuidar el medio ambiente), pueden ser la clave para dar un nuevo rumbo a nuestro país. Necesitamos ser todos líderes positivos, si esto llega a suceder, sin duda, esta nación será otra