Tecnología para mercadeo
El mundo se ha sorprendido con uno de los más recientes avances, que ha aparecido y que ha comenzado a ser de uso en el marketing para el proceso comunicacional, ocasionando el consabido riesgo de que muchos hagan de ello una herramienta de obligatoriedad: la tecnología 7d, o de hologramas, una versión de la llamada realidad aumentada. Esta herramienta tecnológica, lanzada al mercado por la empresa Magic Leap, Inc., cuya sede principal está ubicada en el estado de la Florida, cerca a Fort Lauderdale, y sedes en varias partes de los Estados Unidos y el mundo, presidida y fundada por Rony Abovitz, quien durante el evento en el cual la presentaron dijo que “tratamos de ir adelante de la percepción actual de la computación móvil, la realidad aumentada y la realidad virtual; estamos más adelante de esas tres, revolucionando la forma como las personas pueden comunicarse, comprar, aprender, educar, compartir y divertirse”. Para mercadeo, como ha sido el mundo digital, se trata de una herramienta más, pero que no puede convertirse en la panacea que algunos piensan, pues, como siempre ocurre, cuando algo impresionante como ello se lanza al mercado, la mayoría quiere utilizarla por el afán de ser los pioneros, interpretando de manera equivocada la primera ley de las inmutables del marketing, pues si bien es cierto que es mejor ser el primero que el mejor, también es lo que en la explicación de esa ley se dice, y es que se debe ser el primero en el momento adecuado y de manera correcta. Ser el primero en utilizarla no garantizará ningún éxito, por haber lanzado al mercado ofertas en tiempo inadecuado, para lo cual hay que saber cuándo está maduro el mercado. Aquí hay que aclarar que la tecnología es para ser utilizada en muchas disciplinas, pero para usarse bien y para el mejoramiento de la calidad de vida; la tecnología 7d, como indicó Abovitz, tiene, o tendrá, múltiples aplicaciones y ventajas en medicina, y en todas las ciencias, pero no por ello puede pensarse que ya tenga que ser para la publicidad, pues como ha sucedido con la realidad aumentada, tendrá su momento, y no es para todos. El secreto entonces consistirá en saber cuándo, dónde y para qué es más útil y efectiva esta nueva forma de usar la tecnología que las más comunes de la actualidad. Pero hay que tener siempre muy presente que la tecnología es para usarla en el mercadeo y no al revés.