OJALÁ SANTOS FUERA ATLETA
Qué bueno sería que todas las portadas de los diarios fueran deportivas, que los noticieros abrieran con un campeón mundial, que en las redes difundieran más el orgullo de tener una Selección Colombia no solo en fútbol, sino en patinaje, clavados, voleibol y cualquier cantidad de disciplinas que día a día dejan en alto el nombre de nuestro país. En el deporte radica el sentido nacionalista colombiano. Sin embargo, lo primero que vemos son los monótonos dilemas de un proceso de paz, el renombrado conflicto entre Corea del Norte y EE.UU. o quizás la desfavorable popularidad de
Juan Manuel Santos; asuntos que son realmente importantes, pero que no nos dejan ni con una gota de optimismo.
En general, las sonrisas se encuentran en la sección deportiva, protagonizada por personas disciplinadas, portadoras de principios y una ética de trabajo que no es capaz de adornar la política: no más recordemos el polémico caso Odebrech, ¡ qué vergüenza!, era para taparse la cara y evitar en lo posible el amarillo, azul y rojo; por lo menos hasta que
Catherine Ibargüen nos permitiera recobrar lo digno que es ser colombiano o que Pékerman uniformara un país.
Tampoco quiero ser pesimista, pero estoy segura de que hay más deportistas con valores que políticos, que cuando juega la selección los medios se vuelven uno: ¿O han visto la primera transmisión que diga “ojalá James no meta gol y le metan muchos a Ospina”?; lo que sí está claro es que cuando se trata del Centro Democrático y el Partido de la U, la información polariza lo que en algún momento el balón unió.
Solo digo que aún hay muchos atletas olvidados y que quisiéramos recordarlos, que los escasos 15 minutos de la sección deportiva a veces no son suficientes para reconocer el arduo trabajo que lleva a unos Olímpicos, que llegar a páginas de raquetas, trampolines y balones es un gratificante respiro, un merecido descanso después de largas lecturas sobre políticos insoportables. Si Santos fuera atleta sabría que es darle alegrías al país, cumpliría con cada una de sus promesas (no solo con el acuerdo de paz, pero ese ya es otro tema) y posiblemente le aprobaríamos hasta tres reelecciones más
Las sonrisas se encuentran en la sección deportiva, protagonizada por personas portadoras de principios y ética.