Triqui, triqui, ¿cuántos dulces para mí?

Muchos padres se hacen la pregunta de cómo alimentar correctamente a sus hijos, más por estos días en los que el exceso de golosinas es inevitable. Sí, altas dosis de azúcar son nocivas para la salud, pero más allá de encasillar los alimentos como “buenos” o “malos”, la clave está en darles a los niños las porciones adecuadas de cada grupo de nutrientes. Aunque el metabolismo de cada uno es distinto —hay quienes necesitan y/o gastan más energía que otros, cosa que también depende de la actividad física—, la fórmula mágica debería estar compuesta, diariamente, por un 80% de alimentos naturales, es decir, lácteos, frutas, verduras, proteínas magras, leguminosas, cereales y nueces, y 20% productos procesados. No hay héroes ni villanos; en la nutrición infantil, la palabra equilibrio tiene tanto poder como el abracadabra en los cuentos de hadas.