OFFSET’S MULTIMILLONARIOS
En 2007, siendo director de Tecnnova, nos reunimos con el ministro de la época Dr. Juan
Manuel Santos y le planteamos la importancia de gestionar la innovación en el Grupo Social de la Defensa -Gesed-. Para ese momento, con empresas como Indumil, Satena, Hospital Militar, Cotecmar, entre otras, el Gesed era el cuarto grupo económico del país, tenía la característica de agrupar empresas estatales, lideradas por militares y que reportaban a un viceministro. Lo cierto es que luego de múltiples reuniones nunca se pudo apoyar a estas empresas para que estructuraran su modelo de innovación, a pesar de contar con toda la intención del señor ministro y el viceministro de la época.
Sin embargo, en aquella reunión se mencionó que Colombia estaba entre uno de los 10 países que más compras militares realizaba en el mundo y que se estaban solicitando acuerdos de compensación “Offset’s” a todas las empresas internacionales que les comprábamos activos de defensa mayores a un millón de dólares. El tema me pareció novedoso y me di a la tarea de investigarlo. Luego de un tiempo, encontré que los “Offset´s” podrían ser el programa de transferencia tecnológica más grande que Colombia haya tenido en su historia. Esto, no solo porque las cifras rondaban los billones de pesos, sino porque era la oportunidad de tener verdaderas transferencias tecnológicas, ya que, a partir de la sofisticación y autosuficiencia en materia de producción en la industria de defensa, podríamos desarrollar una gran industria aeronáutica, entre empresas públicas y privadas, que en un futuro le permitiera a Colombia entrar a la industria aeroespacial o en otras de mayor valor agregado y sofisticación. En este sentido, Brasil es el país más exitoso en recepción de “Offset’s” en la región, consolidando un aumento de capacidades tecnológicas en la fabricación de aviones, helicópteros, buques y vehículos terrestres. Algunas de estas iniciativas, hay que decirlo también, han sido exitosas en fabricación, pero no tanto en comercialización gracias a sus altos costos, excepto algunas líneas de aviación con Embraer en fabricación de aviones.
Ad portas de cumplir 10 años de haber publicado el Conpes 3522 de junio de 2008, vale la pena que el Sr. ministro de Defensa le cuente al país cuáles han sido los resultados en generación de nuevas capacidades tecnológicas, sustentadas en el gasto militar ejecutado en la última década en Colombia. Digo esto, porque por regla general, buscamos los recursos del sistema CTI en Col- ciencias. A pesar de lo anterior, la realidad es que este dinero está disperso en el entramado burocrático de diferentes ministerios y departamentos administrativos que ejecutan programas poco conocidos para la comunidad científico-tecnológica de nuestro país. Lo más preocupante es que, en muchos casos, estos programas no logran articularse con un sinnúmero de iniciativas gracias a la poca divulgación que se les hace en algunos casos, desperdiciando así la oportunidad de trabajar en conjunto con los ecosistemas regionales de innovación para transferirles nuevas capacidades que les permita sofisticarse igualmente.
Confío en que estos recursos multimillonarios hayan generado desarrollo tecnológico, autosuficiencia y nuevas capacidades a la industria militar y que este programa haya valido la pena para compensar, de alguna forma, todo el gasto militar derivado de la sangrienta guerra que hemos vivido en Colombia
Confío que estos recursos multimillonarios hayan generado desarrollo tecnológico y nuevas capacidades a la industria militar.