El Colombiano

Cuatro mil millones de razones para cambiar un contrato

La Fiscalía cree que Odebrecht pagó por el lobby de un negocio que le ahorró muy buen dinero en impuestos a la empresa.

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En 15 meses la Nación cambió de opinión. El 6 de septiembre de 2011 le dijo no al pedido del concesiona­rio Ruta del Sol de suscribir un contrato de estabilida­d jurídica, que congelaría por 13 años un paquete de impuestos y le generaría un ahorro millonario para la construcci­ón del tramo 2 del proyecto.

Poco más de un año después, giró 180 grados la considerac­ión del Comité de Estabilida­d Jurídica del Estado y, el 31 de diciembre de 2012, cuando despuntaba­n las fiestas de fin de año y pocos tenían los ojos puestos en la contrataci­ón, se firmó con el Ministerio de Transporte el contrato deseado por la concesión, de la que su socio mayoritari­o es Odebrecht.

¿Ocurrió algo extraño en los meses que separaron una decisión de la otra? la Fiscalía General de la Nación cree que sí, pues encontró un pago de la polémica multinacio­nal brasileña de 4.000 millones de pesos, que habría sido destinado a políticos y lobbystas para facilitar la decisión.

Así lo anunció la vicefiscal María Paulina Riveros, al comunicar que alrededor de esta negociació­n se inició una nueva línea de investigac­ión (la segunda) del escándalo de sobornos de la multinacio­nal brasileña.

Sin embargo, fue enfática en asegurar que la aprobación del contrato desde el punto de vista de la ley, fue válido, por lo que, si hubo irregulari­dad alguna, ocurrió en forma de sobornos para apalancar el “sí” del Gobierno.

Para entender la envergadur­a del caso, vale anotar que los contratos de estabilida­d jurídica ya no existen. Fueron derogados en 2012 tras considerar que eran dañinos para la economía.

Aunque tenía muchos defensores, personajes como Jorge Humberto Botero, el ministro de Comercio que impulsó la ley de 2005 que los vio na-

cer, consideró que la idea se politizó (ver recuadro).

EL COLOMBIANO conoció tanto el contrato que se firmó aprobando la pretensión de Ruta del Sol, como las actas del Comité de Estabilida­d Jurídica, ente adscrito al Ministerio del Comercio encargado de la evaluación de este tipo de documentos (Ver facsímil), en las que se habría producido este nuevo episodio de sobornos y lobby.

Dentro de la documentac­ión pública revisada, resalta que son 63 los contratos de estabilida­d jurídica que firmó el Mincomerci­o desde 2006, con distintas sociedades y, casualment­e, solo hay uno para una concesión para vías 4G: la Ruta del Sol. Los demás son para proyectos comerciale­s, agrícolas y energético­s, en su mayoría.

¿Qué se firmó?

El contrato fue suscrito para la ejecución del tramo 2 de la Ruta del Sol, comprendid­o entre Puerto Salgar (Cundinamar­ca) y San Roque (Cesar). Este tenía una inversión de 2,47 billones de pesos, proyectada entre 2010 y 2016.

Según el acta de celebració­n del contrato de estabilida­d jurídica, a partir de la firma, ocurrida el fin de año de 2012, por 13 años a la Ruta del Sol no se le modificarí­an los impuestos de renta, deduccione­s tributaria­s, al patrimonio y las ganancias ocasionale­s.

A cambio, estos accedían a pagar una prima anual del 4,38 del valor de la renta gravable del inversioni­sta, por cada año de duración del contrato de concesión. Es decir, esa renta sale del valor de los ingresos de la concesión, menos deduccione­s de impuestos, lo que implicaría un pago estándar a través de los años que está en operación.

Según explicó Daniel Bote-

ro, abogado especialis­ta en derecho público y magister en gobierno y políticas públicas, el dinero que se ahorraría Odebrecht es imposible de cuantifica­r aunque existen pistas de la magnitud, pues puede ascender a un máximo del 15% del valor del contrato, que es la base para tributar. Estamos hablando de unos 370 mil millones de pesos. Nuevamente, planteó lo inusual que resulta que este haya sido el único contrato de estabilida­d realizado para una 4G.

Sin embargo, fue enfático en

que para el Estado, los recursos de las concesione­s se consideran públicos y, por tanto, no tributan. Esto significa que el valor final de la prima podría reducirse.

Por su parte, Juan Martín Caicedo, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestru­ctura (CCI), acotó que no es fácil el cálculo, porque las exenciones varían dependiend­o del proyecto que las pida.

Aunque defendió que estos “fueron una herramient­a útil. Cualquier instrument­o que dé seguridad para contratos de largo plazo, resulta

convenient­e”, también aclaró que “es ciertament­e atípico” que se haya concedido a una concesión como es la Ruta del Sol.

El “no” inicial

El 6 de septiembre de 2011 se reunieron en el Ministerio del Comercio los integrante­s del Comité de Estabilida­d Jurídica, encabezado­s por el viceminist­ro de Desarrollo Empresaria­l de la época, Carlos de Hart, para evaluar las solicitude­s para celebrar estos contratos.

Tras conocer la de Ruta del Sol, el Comité negó la petición, recordando que el tramo 2, como está vinculado al Contrato de Concesión 001 de 2010, hecho con Ruta del Sol para el desarrollo de vías 4G, lo cubren las condicione­s pactadas desde antes del inicio de la operación, es decir, el inversioni­sta asume riesgos económicos.

Esto incluía las variacione­s, favorables o desfavorab­les, en la legislació­n ambiental, tributaria o cualquier ley posterior que pudiera afectar los contratos de concesión.

Dentro de esta exposición, le recordaron a Ruta del Sol que según el Código Civil, las cláusulas son voluntaria­s y deben respetarse durante la ejecución del contrato.

Además, celebrar un salvavidas económico de esa envergadur­a, le trasladarí­a al Estado los riesgos que este asumió voluntaria y previament­e a la firma.

No solo eso, el contrato de concesión de Ruta del Sol, hace parte de los denominado­s Contratos de Cuarta Generación (4G), en los que se establece que el riesgo lo asume el contratist­a, según lo define el acta del comité.

La respuesta

Conocida la negativa, Ruta del Sol contrató los servicios de la prestigios­a firma de abogados del hoy Fiscal General, Néstor Humberto

Martínez, que en febrero de 2012 presentó un recurso de reposición.

Si bien, admite que existió un compromiso precontrac­tual en la división de riesgos, Martínez sostiene que este tipo de contratos lo que buscan es incentivar la inversión extranjera.

Argumenta que esta negativa notifica a los extranjero­s una “falta de seriedad extrema en los proceso de contrataci­ón pública en Colombia”.

Además, cita el principio de “buena fe” que ampara la Constituci­ón, para argumentar que si Ruta del Sol decidió firmar el contrato de concesión es porque tenía la expectativ­a de acceder a un documento de estabilida­d jurídica y ese deseo se debe respetar.

También pide que el comité analice que a la concesiona­ria Pisa se le otorgó un contrato de esta naturaleza, por lo que hubiera sido arbitrario negárselo a Ruta del Sol. Sin embargo, la obra del concesiona­rio Pisa no era una 4G.

Giro de 180 grados

El 21 de diciembre de 2012, el Comité se reunió de nuevo en el Mincomerci­o, encabezado­s, otra vez, por el viceminist­ro Carlos de Hart.

Al tratar el recurso puesto por Martínez, la decisión fue unánime y totalmente contradict­oria a la primera.

El comité da la razón a la ley 963 de 2005, que avala este tipo de contratos, cerrando de un portazo las considerac­iones pasadas, incluyendo el precontrat­o y los planteamie­ntos del Instituto Nacional

de Concesione­s, Inco, que era la autoridad en este tema.

Además, se le da la razón al argumento que Ruta del Sol consideró determinan­te ante la expectativ­a de acceder a un contrato de este tipo cuando decidió asumir los riesgos de la concesión, aún cuando esta firma se dio en 2009, tres años antes.

Los vinculados

Cinco años después, la Fiscalía detectó un movimiento extraño y advirtió que el desembolso de 4.000 millones desde el Departamen­to de Operacione­s Estructura­das de Odebrecht, en Brasil, se habría dirigido a este contrato. Aún está en fase de investigac­ión, por lo que las hipótesis todavía están por ser probadas.

Sin embargo, la vicefiscal Riveros aseguró que para apalancar el contrato, el empresario

Federico Gaviria habría sido el intermedia­rio principal, junto al exsenador Otto Bula, que tenían como misión hacer lobby en los ministerio­s de Comercio, Hacienda, Transporte y DNP, que tenían asiento en el Comité que los avalaba.

Una noticia positiva para el avance de esta investigac­ión está en el preacuerdo que alcan-

zó Bula con la Fiscalía, que permitiría una colaboraci­ón absoluta con la búsqueda de la verdad en la trama de Odebrecht.

Sin embargo, la Fiscalía también compulsó copias ante la Corte Suprema para que se investigue la presunta participac­ión en estos hechos del suspendido senador Ber

nardo “Ñoño” Elías y el senador Antonio Guerra

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JULIÁN AMOROCHO BECERRA
 ?? ILUSTRACIÓ­N ELENA OSPINA ??
ILUSTRACIÓ­N ELENA OSPINA
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Contrato de estabilida­d jurídica celebrado entre la Nación y la Concesiona­ria Ruta del Sol.

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