EDITORIAL
Durante el tercer trimestre, el PIB tuvo un mejor desempeño. La agricultura fue el líder del crecimiento. La industria y la construcción cayeron. La reactivación demanda del Gobierno acciones más contundentes.
“Durante el tercer trimestre, el PIB tuvo un mejor desempeño. La agricultura fue el líder del crecimiento. La industria y la construcción cayeron. La reactivación demanda del Gobierno acciones más contundentes”.
La economía colombiana creció, durante el tercer trimestre de 2017, 2,0 por ciento. Este resultado se compara favorablemente con el crecimiento obtenido un año atrás que fue de solo 1,2 por ciento.
Este mejor desempeño del PIB, aunque se ubica por debajo de los correspondientes registros de los últimos años, representa un cambio de tendencia frente a los bajos resultados de los dos primeros trimestres de 2017.
Con ello se confirma, como lo esperaban el Gobierno y los expertos, que la recuperación avanza, aunque lo hace lentamente. De todas formas, ello representa un hecho positivo, pues el país necesita, con urgencia, retomar su senda de crecimiento.
No obstante la confirmación de la reactivación de la economía, el mejor desempeño del tercer trimestre no es suficiente para que se cumpla con la meta gubernamental de un crecimiento para el año completo de 2,0 por ciento. Por tal motivo, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ajustó dicho estimativo a 1,8 por ciento.
Aun así, algunos expertos consideran que es difícil que durante el cuarto trimestre se consiga contrarrestar completamente el bajo crecimiento exhi- bido en lo corrido del año y proyectan, para 2017, una tasa entre 1,6 y 1,7 por ciento.
A pesar de que durante el tercer trimestre de 2017 seis sectores económicos crecieron positivamente, solo tres de ellos (agropecuario, financiero y servicios sociales) estuvieron por encima del crecimiento promedio de la economía (2,0 por ciento).
El mayor crecimiento lo presentó la agricultura (7,1 por ciento). Este resultado se debió, en buena parte, a la recuperación de la producción cafetera, la cual estuvo acompañada de un mejor desempeño de los cultivos permanentes y del sector pecuario.
Por su parte, el sector financiero (3,1 por ciento), no obstante las dificultades que sobre la demanda de crédito han generado la desaceleración económica y el manejo monetario, se mantiene como uno de los principa- les líderes de la economía.
El comercio, que en los últimos meses presentó un pobre desempeño, en el tercer trimestre del año mejoró su accionar (1,4 por ciento) debido a un comportamiento favorable del turismo (3,1 por ciento).
De otra parte, los sectores que presentaron crecimientos negativos fueron la industria (0,6 por ciento), la minería y la construcción, estos dos últimos con una caída de -2,1 por ciento.
Aunque la manufactura se recuperó frente al trimestre anterior, dicha mejoría no fue suficiente para llevar el crecimiento de la industria a tasas positivas. En minería, mientras la actividad petrolera comienza a crecer de nuevo impulsada por el mejor panorama internacional, los otros productos (como el carbón) decrecen.
La construcción, sector en la que estaban fincadas las esperanzas de una rápida y vigorosa recuperación de la economía, presentó un comportamiento decepcionante. Lo que evitó una caída mayor del sector fue el crecimiento de 8,8 por ciento de las obras civiles.
La administración del Presidente Juan Manuel Santos, en los pocos meses que le quedan a cargo del Gobierno, deberá, antes que demandar mayores rebajas de la tasa de interés, hacer un gran esfuerzo de coordinación y focalización para aplicar medidas y acciones eficaces en sectores con mayor capacidad para reaccionar prontamente y jalonar otros sectores, como lo son la construcción (incluidas las obras civiles) y la industria.
Dado el favorable ambiente externo, ello debería ir de la mano de un mayor impulso a las exportaciones diferentes a las minero-energéticas