Por una movilidad sostenible
En el Foro ECO movilidad de EL COLOMBIANO quedó claro que se puede mejorar con creces la circulación en el Valle de Aburrá. No hay que inventar nada, pero sí acelerar las soluciones.
Con urgencia, la movilidad en el Valle de Aburrá debe ser sostenible, quedó en claro en el Foro ECO-movilidad organizado esta semana por EL COLOMBIANO.
La buena noticia es que las soluciones están puestas sobre la mesa y son viables.
El problema de la movilidad metropolitana es serio. Solo en 2016 fallecieron 496 personas, son más de 6.000 en la última década, siendo peatones y ciclistas los que ponen la mayoría de muertos: 227 de 270 que hubo en Medellín, una paradoja en una región que desea impulsar los viajes en bicicleta y a pie.
Moverse por las calles es complicado. Al año ingresan 140.000 vehículos, 386 cada día, que se suman al 1.350.000 que ya circulan.
Para satisfacer la demanda, se necesitarían dos kilómetros diarios de nuevas vías e invertir en ellas 4.000 millones de pesos cada día, un imposible en un valle con ocho kilómetros en su parte más ancha.
“Si siguiéramos a ese ritmo, tendríamos que irnos todos para que circulen los vehículos”, expresó Viviana Tobón, subdirectora de Movilidad del Área Metropolitana.
Un ritmo que, además, no es viable: el modelo de supe- rautopistas urbanas fracasó en distintas urbes del globo.
La cantidad de vehículos se siente en los viajes. El programa Medellín Cómo Vamos reveló que en 2016, 45 % de los ciudadanos sintió que sus viajes tomaron más tiempo que en 2015, cuando se tuvo la misma percepción frente a 2014. Esto ha incidido en una pérdida del 10 % de usuarios de buses, busetas y colectivos.
Cuatro sectores, Belén, Laureles, El Poblado y Envigado, con 17 % de la población, concentran el 57 % de los vehículos motorizados: menos del 20 % usa más de la mitad del espacio disponible.
Aparte de la congestión, se traduce en mayores emisiones contaminantes, como el material particulado de 2,5 micras, que afecta la salud: el 80 % de estas emisiones provienen de las fuentes móviles.
El panorama es complejo, pero existen soluciones.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez anunció que se trabaja en un plan de ciclorrutas y redes camineras para integrar los ciudadanos a sistemas de transporte masivo.
La meta es construir 65 kilómetros de esas redes y casi 39 de ciclorrutas. Los convenios ya están firmados y urge acelerar su ejecución.
El llamado del Área es a que las empresas con más de 200 empleados cumplan la ley y creen su plan de movilidad sostenible con autos compartidos, horarios escalonados, biciparqueaderos, duchas y teletrabajo. Un cometido que debería ser acogido incluso por las más pequeñas.
Hay que hacer, además, llamativos los sistemas de transporte, entre ellos el de buses, hoy con deficiencias notorias en frecuencia y operación.
No es un imposible mejorar la movilidad y hacerla sostenible (complementada con acciones como un combustible más limpio). Y se debe agregar una estrategia educativa masiva y continua porque el papel del ciudadano es esencial para mejorar la circulación en la región.
En el Foro ECO movilidad los ponentes mostraron que es posible actuar y que no hay que inventar. Las soluciones deben derivar en invertir la pirámide de movilidad para que el transporte público masivo, la bicicleta y el desplazamiento a pie sean los más usados, y el vehículo particular deje de ser el rey de las calles.
En eso la autoridad local está llamada a liderar con decisión esta transformación