LA CONSULTA DE LOS GALLOS LIBERALES
Al final, nada impidió que hoy se celebre la consulta que permitirá elegir al próximo candidato liberal a la Presidencia de la República. Pudieron más las imposiciones del ex presidente
César Gaviria, tan todopoderoso, y los egos de dos aspirantes muy desteñidos, que la prevalencia del bien —¿y del sentido?— común, para ahorrarnos más de 40 mil millones de pesos que vale una jornada que pasará a la historia del glorioso Partido Liberal y del país como una cachetada, una afrenta a los ciudadanos.
Sin otra elección más determinante que jale, que impulse esta entre los dos gallos destemplados del liberalismo, no se esperan más de dos millones de votos. Además faltarán las mesas desmontadas de las zonas rurales, en el ánimo de
“facilitar una rebajita” de otros 40 mil millones en esta castración que le practican al erario los señores Juan Fernando Cris
to y Humberto de la Calle Lom
bana, con su rey midas de la política criolla, otro gallo desafinado, heredero desvaído del nuevo liberalismo, el reverenciado doctor Gaviria.
En una de sus escasas salidas sensatas y consideradas, el congresista Roy Leonardo Barre
ras dejó constancia de una petición con la que coincidimos: esa candidatura la cuadran en un desayuno o almuerzo de trabajo los liberales y le ahorran a la nación semejante despilfarro.
Las cuentas saltaban a la vista en las notas periodísticas que llamaban la atención sobre este pulso innecesario, en urnas desiertas, de estadistas tan ilustres: se hubiesen levantado 1.000 embriones de vivienda de 40 millones de pesos. Se podía edificar un hospital de segundo nivel en un municipio periférico y pobre. O se valía construir un puente en alguna vereda incomunicada y hambrienta, de esas que en Colombia hay por cientos. Pero esa es la coherencia de estos pregoneros del posconflicto y la paz.
Hoy el Partido, que se precia de “modernizado” y a la vez reeditado en el ideario noble de la revolución francesa, que dio origen a los principios liberales, se levanta a recoger los votos de una jornada impopular que cava más hondo el hueco al que se han ido su liderazgo y representatividad.
Este domingo, los señores Cristo y De la Calle crucifican la decencia y patean el fervor de un partido que llenaba plazas y que tuvo auténticos y corajudos oradores y líderes sintonizados con las necesidades del pueblo llano.
Quién puede gastar tiempo y zapatos este 19 de noviembre de 2017, bajo la engañifa de que “la democracia cuesta”. Cuesta, claro que sí, con cabecillas de tal desvergüenza, a los que supera una vanidad sin escrúpulos. Todo para ver si al final les conceden un ministerio y acaso alguna fórmula vicepresidencial cada vez más improbable. Al César lo que es de un César veleidoso
El Partido Liberal cava más hondo el hueco al que cayó su liderazgo.