DESDE HACE RATO LA SELECCIÓN REQUIERE DE UNA REINGENIERÍA ABSOLUTA
Si en la Selección Colombia no se ponen a trabajar en serio, porque después de Brasil 2014 había que implementar numerosos cambios, y no se han hecho con base en un proceso juicioso de relevo generacional, de divisiones menores, de liderazgo con los clubes y los jugadores en el exterior, pues no va a quedar nada y el esta- do de cosas no va a cambiar mucho después de unas eliminatorias tan flojas. Los números lo demuestran.
En esta coyuntura política, en la crisis de un país que no va tan bien, se necesita no solo distracción sino que ella esté sustentada en valores serios. Preocupa que esta selección se mueva a veces por va- lores como la soberbia y el no trabajo, que no son el ejemplo que necesitamos. Con la camiseta no ganamos, con eso no gana nadie y, también inquieta, que dependemos de lo que hagan Ospina, James y Falcao.
Debe haber un trabajo con más planeación, con más perspectiva y con un verdadero sentido de equipo.
En un año político se necesitará una figuración que no sea distractora. Es decir, no se trata del fútbol como excusa, sino como elemento de verdadera cohesión social en torno al buen ejemplo. La Selección no puede ser una cortina de humo, pero sin duda debe aportar al estado de ánimo en la política y la economía