El Colombiano

En parte de Chocó la guerra no terminó y, al parecer, se fortalece

A pesar del cese el fuego con el Eln, hay denuncias de la supuesta expansión de otros ilegales.

- Por RICARDO MONSALVE GAVIRIA

En Chocó el conflicto armado continua a pesar de la salida de las Farc como protagonis­ta y del cese el fuego temporal entre el Gobierno Nacional y el Eln.

Es cierto que los combates que se registraba­n entre Fuerza Pública, Guerrillas y bandas criminales han tenido una disminució­n significat­iva. Sin embargo, para las comunidade­s que habitan en las zonas rurales de Riosucio, Carmen del Darién, Bojayá, Bahía Solano y los ríos Domingodó, Truandó, Salaquí y Cacarica, la situación de orden público está lejos de mejorar, pues allí según las denuncias, tanto el Eln como el Clan del Golfo se siguen disputando, con la población civil en el medio, los territorio­s que fueron dejados por las Farc.

“Hemos denunciado muchas veces que los problemas en el territorio continúan, tanto por parte del Eln como de los paramilita­res. Los territorio­s de las Farc ya fueron copados”, asegura Otoniel Queragama de la Asociación Indígena Orewa en Chocó.

Dice el líder que los crímenes por parte de los grupos armados ilegales afectan a quienes habitan en el Alto y Bajo Baudó, Doró, Carmen de Atrato y especialme­nte Riosucio.

“A parte de la muerte de indígenas, las amenazas contra nuestras comunidade­s no cesan, hay mucho temor porque siguen reclutando de manera forzada y los campos minados siguen coartando la movilidad de todos. Las cosas acá poco han cambiado”.

Una situación similar denuncia Yolanda Perea Mosquera, defensora de derechos humanos en Chocó, quien afirma que lo que se vive en las zonas aledañas al municipio de Riosucio es una crisis humanitari­a generada, irónicamen­te, por el conflicto armado cuando ya se firmó la paz.

“Desde principios de este año se presentaro­n varios desplazami­entos masivos en la cuenca del río Truandó, y esas familias aún viven en albergues y salones de clases en el casco urbano de Riosucio. El problema que generan las minas instaladas por los grupos armados es enorme porque los campos que estaban cultivados con plátano, yuca, arroz y maíz, están abandonado­s. Es muy difícil ingresar a esa zona”, añade Yolanda.

El Eln también denuncia

El cese el fuego bilateral entre el Gobierno y la guerrilla del Eln cumplió tres meses y precisamen­te en Chocó, es donde se presentó, hasta ahora, la única violación de ese pacto por parte del grupo insurgente que asesinó al gobernador indígena, Aulio Isarama Forastero del Resguardo Catru, Dubaza, Ancoso del municipio de Alto Baudó.

En el último pronunciam­iento del Frente de Guerra Occidental de ese grupo guerriller­o, que se encuentra desplegado en todo el departa- mento, a parte de confirmar y lamentar la muerte del líder indígena, se denunció el “reacomodam­iento de las fuerzas paramilita­res en la región de los ríos San Juan, Tamaná, Lloró, Baudó, Bajo Atrato y sobre las carreteras Medellín- Quibdó y Pereira-Quibdó”.

Según esa organizaci­ón subversiva, “los grupos paramilita­res han tomado como referencia al municipio Río Sucio”.

Pablo Beltrán, jefe del equipo negociador del Eln en Quito, Ecuador, afirmó que se está trabajando para que en Chocó “haya una defensa de la vida y el territorio. Vamos a ver aquí en la mesa, cómo se da respuesta al Acuerdo Humanitari­o para el Chocó ya”.

El Ejército responde

“En Chocó, el Clan del Golfo no ha ganado nuevo territorio, antes ha perdido mucho”, dice el general Mauricio Moreno, comandante de la Fuerza de Tarea Titán del Ejército que tiene jurisdicci­ón en parte de Chocó.

Según el oficial, en el departamen­to, la Fuerza Pública no ha suspendido las operacione­s contra esa estructura ilegal y “se mantiene un despliegue ofensivo contra las estructura­s de ese grupo que se dedican a defender los corredores de movilidad del narcotráfi­co”.

El general Moreno afirmó que, en estos momentos, el Ejército mantiene presencia en Riosucio y la mayoría de sus afluentes para garantizar la seguridad de sus habitantes.

EL COLOMBIANO quiso conocer la versión de las autoridade­s civiles sobre la situación que se vive en los municipios y zonas mencionada­s de Chocó, pero no hubo respuesta.

En el municipio de Riosucio, la secretaría de gobierno no quiso referirse al tema, mientras que Jhonar Alexander Mosquera, secretario de gobierno del Choco, prefirió hablar “después” de la problemáti­ca.

Anuncian desminado

El Gobierno Nacional, por medio del Alto Consejero para el Posconflic­to, Rafael Pardo, anunció que se iniciarán labores de desminado humanitari­o en los municipios de Quibdó, Carmen de Atrato y Tadó.

“Estos tres municipios son calificado­s como de alta afectación por este tipo de explosivos. En Quibdó estos artefactos han dejado 12 víctimas, en Carmen 17 y en Tadó 16. Las dos primeras poblacione­s serán intervenid­as por la Brigada de Desminado del Ejército y en Tadó estará la Ayuda Popular Noruega”, agregó el funcionari­o

“Por las minas instaladas, los cultivos de plátano, yuca, arroz y maíz están abandonado­s”. YOLANDA PEREA Defensora derechos humanos Chocó

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FOTO DONALDO ZULUAGA A parte dell Eln, en gran parte de Chocó hay fuerte presencia de la banda criminal de Clan del Golfo.
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EL COLOMBIANO © 2017. JT-RR (N4)

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