AGUA VS. ORO
País de contradicciones. Mientras National Geographic Society (Natgeo) premió (en septiembre) al presidente Santos por su liderazgo en la lucha por el medio ambiente y la protección de la biodiversidad (informes de prensa aseguran que en 2010 había 13 millones de hectáreas de zonas protegidas y hoy hay 28 millones); esta semana vemos al mismo presidente Santos aprobando una inversión extranjera para extraer oro en la delicada zona de Santurbán.
¿Por qué es importante el páramo de Santurbán? Porque allí nace el agua de casi 3 millones de colombianos.
Los voceros del Comité de Defensores del Páramo de Santurbán dicen para El Espectador que no se está blindando el agua de la región, sino que el gobierno muestra interés por supuestos derechos adquiridos de las mineras, en este caso la multinacional Minesa. Mientras el gobierno dice que esta explotación está debajo de la línea del páramo, desde el Comité explican que “se debe pensar el ecosistema desde la zona de transición del bosque alto andino, y no sólo desde la zona de páramo o subpáramo”.
Técnicamente la línea la había trazado el Instituto Humboldt, sin participación de la comunidad; pero, esta semana la Corte Constitucio- nal reversó esa delimitación porque, precisamente, no se tuvo en cuenta la voz de la comunidad. Ante esto y con cierta mofa, la directora del Humboldt, Brigitte Baptiste, ha dicho que si entonces “¿ahora la gente definirá la temperatura participativamente?”.
Los tiempos están cambiando y cada vez la gente levanta más su voz para ser tenida en cuenta. Es muy importante que quienes viven en algún lugar, sean quienes decidan sobre lo que pasa en ese lugar. La comunidad está defendiendo su vida: el agua.
¿Quiénes son los sensatos a quienes les parece más importante conservar el agua de los locales, a que una multinacional extraiga oro? Según la Silla Vacía (santandereana), son: el alcalde de Bucaramanga; estudiantes de la Universidad Industrial de Santander; los sindicatos de Bucaramanga; un mix entre Alianza Verde, el Polo y el Mira; un grupo de independientes; el Movimiento Cívico Conciencia Ciudadana (conformado por empresarios, académicos, ingenieros y columnistas de la ciudad); varias ONG y activistas; el padre
Francisco de Roux y unos candidatos presidenciales.
Se me acabó el espacio. Iba a seguir con la falta que nos hace la organización ciudadana, aquí en Medellín