REPRESENTACIÓN DEL GOBIERNO UNIVERSITARIO
El significado democrático de lo que debe ser la representación en las universidades públicas en Colombia es muy conservador si se compara con otras universidades del mundo, como lo señalé la semana anterior. Hay un temor a la participación, miedo a que la intervención de profesores y estudiantes convierta a los consejos superiores, académicos, consejos de facultad en reuniones sin límites de tiempo, ineficientes e improductivas.
En las universidades públicas se discute este asunto desde hace varios años y cuando se acercan los procesos para designar un nuevo rector el tema reaparece. Los subrepresentados estamentos de los profesores y estudiantes protestan y se indignan ante el hecho antidemocrático de consultas que no tienen ninguna incidencia en la elección de los representantes a los órganos de gobierno.
Los nuevos rectores instalados, que en algunos casos reconocen este vacío democrático, nombran comisiones para estudiar el asunto, prometen hacer cambios normativos internos, formulan vagas aserciones sobre democracia y representación en sus planes de desarrollo y acción. Pero el tiempo pasa y, por ejemplo, en la Universidad de Antioquia todo esta listo nuevamente para reproducir el esquema conservador y antiparticipativo de designar un rector sin que la comunidad universitaria tenga voz ni voto, en el sentido de la representación democrática.
Asistimos a un momento crítico para las universidades públicas, que además de desfinanciadas, medio derruidas como la Nacional de Colombia, viven un proceso de vaciamiento de la política democrática. Vaciamiento democrático significa que en la forma de representación dominante en la universidad, la mayoría de nuestros representantes se han separado de nosotros como sus representados. Contra esto debemos repolitizar la representación democrática en la institución reclamando y exigiendo unas nuevas condiciones para la deliberación democrática, que suponen cambios importantes en la conformación de los consejos superior, académico, de facultades y reforma de los estatutos. El Consejo Superior debe ser “académico” y no el entramado de politiquerías direccionadas desde el gobierno nacional o departamental.
La participación en los diferentes órganos colegiados de la universidad debe regirse básicamente por la representación profesoral y estudiantil. Los representantes del Gobierno pueden estar, pero su número no debe ser mayoritario. ¿Qué es representación?
Para los defensores de la democracia directa -populistas-, la soberanía es expresión de la voluntad popular, radica en el pueblo y no puede realizarse a través de la mediación política de ningún representante. Para ellos no debe haber representación. Esta idea no sirve para pensar el gobierno universitario. Sería el asambleísmo. Sirve el concepto del liberalismo filosófico. “La democracia del Estado moderno es una democracia mediata, parlamentaria, en la cual la voluntad colectiva que prevalece es la determinada por la mayoría de aquellos que han sido elegidos por la mayoría de los ciudadanos” (Kelsen). Representar significa actuar en interés de los representados, de una manera que responde a ellos; pero el representante debe actuar con independencia: su acción debe comprender discreción y juicio. El representante debe ser concebido como capaz de acción independiente y juicio ponderado, y no solamente como un simple encargado. Continuaré