El Colombiano

Planes para el momento de la despedida

Existen programas de servicios funerarios para prevenir sorpresas incómodas en momentos de dolor.

- Por SEBASTIÁN AGUIRRE

Habrá algo más incómodo que ponerse a hacer las vueltas de un funeral cuando aún está fresco el dolor por la partida de su ser querido?

Entonces la persona cuenta con dos opciones: hacer las diligencia­s por su propia cuenta, asumiendo las limitacion­es que tiene acudir al servicio directo con la funeraria, o adquirir un plan exequial, que tras el pago de una cuota mensual muy económica le da la tranquilid­ad de que todo eso que le tocaría hacer por su cuenta ya está resuelto por la empresa que usted ha elegido.

El servicio directo debe ser cancelado de inmediato y cada punto escogido del portafolio de la funeraria suma al valor final a pagar. No solo eso: solo cubre al fallecido, no a su cónyuge, hijos ni otros familiares.

Un plan exequial no es el pago de una cuota ni tampoco un ahorro mensual, un error en el que muchos caen, explica Mercedes Betancur, representa­nte legal de la Funeraria Betancur, y por el cual recibe múltiples reclamos que preguntan qué pasa con sus dineros.

Es un derecho por el cual la persona cancela un valor mensual en promedio de 24.000 pesos en la mayoría de funerarias y algunas asociacion­es mutuales que lo ofrecen.

Para Jorge Escobar, director ejecutivo empresaria­l de la Funeraria San Vicente, es un contrato que se suscribe entre el usuario y la empresa, que tiene implicacio­nes comerciale­s y por ende el titular, es decir quien toma el plan, debe ser mayor de edad y hasta 65 años.»

La ventaja que ofrecen los planes exequiales, añade Mercedes Betancur, es que por el mismo valor que se cancela al mes resultan beneficiad­as, dependiend­o del tipo de plan escogido, hasta nueve personas, incluyendo cónyuges, hijos y familiares hasta el tercer grado de consanguin­idad, es decir padres, hermanos, tíos y hasta primos y suegros.

Según el plan puede haber beneficiar­ios hasta con 79 años y 364 días, o lo mismo, hasta un día antes que cumplan los 80 años.

¿Cuándo se deben tomar?

En cualquier momento, señala Jorge Escobar, y mientras más temprano mejor. Nadie quiere que un familiar se muera, mucho menos que en ese momento tenga que ponerse a pensar en las diligencia­s notariales, el lugar donde se hará la velación o cremación, quién trasladará el cuerpo del fallecido y otras necesidade­s que cubre el plan exequial.

Mercedes recuerda que hasta niños recién nacidos pueden morir nada más al salir del vientre, o peor aún: personas que llegan a los 80 años no tienen un plan exequial.

Para ellos o para quienes tienen una enfermedad terminal, hay unos planes exequiales especiales: un servicio anticipado, que permite adquirir el servicio y disponer de sus beneficios luego de seis meses.

Jorge Escobar afirma que hay funerarias que ofrecen sus servicios en todo el país, de modo que no importa en dónde tomen el plan exequial, este les servirá en donde se encuentren

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