LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS NO PUEDEN SER COMO POTREROS SIN LINDEROS
Politólogo y sociólogo, especialista en Opinión Pública. Profesor U. Eafit. No podemos asumir como pretexto que en una campaña política prime la ética del “todo vale”. Democratizar y elevar los niveles del debate comienza por ser duro con los argumentos pero profundamente respetuoso con las personas. Una campaña política no puede ser como un potrero sin linderos, donde todo que- pa, sino que debe primar la sensatez, la calidad de las propuestas, saber que los contrincantes no son enemigos. En ningún caso deberían trasladar al campo de la política las batallas que se viven en el mundo de las confrontaciones bélicas. Hay un umbral éticopolítico, el discurso es un lugar estratégico de quienes dis- putan el poder, pero eso no legitima hacer uso de cualquier medio, uso deliberado de afirmaciones sobre el otro que rayan con el derecho penal, quitándole la dignidad al otro, el reconocimiento a una persona solo a la espera de que se ordene una rectificación. Eso no es propio de una sociedad que ha hecho de la política la manera más civilizada de tramitar las diferencias.
Las campañas elevan los decibeles en la vociferación, el grito y la pugnacidad. Somos parte de una sociedad pugnaz, los medios y la sociedad civil deben estar vigilantes para que se eleve el nivel de la argumentación y haya debate pero con calidad democrática