El Colombiano

STENDHAL TIENE RAZÓN

- Por JUAN JOSÉ HOYOS redaccio@elcolombia­no.com.co

No me da vergüenza decirlo: me encanta la música de Puerto Candelaria. Sobre todo las canciones en las que se burlan del amor y de todo cuanto esté relacionad­o con ese fenómeno extraño que nos causa tan pocas y falaces alegrías y tan profundas y largas tristezas.

Cuando las escucho, a veces me da risa y, a veces, ganas de llorar. Soy un pendejo sentimenta­l, pero ahora sí creo que Stendhal tiene la razón: ¡el amor es una deformació­n de la atención, es una enfermedad, es una locura…!

Para los que se empeñan en contradeci­r al novelista del amor, engañado y maltratado por casi todas las mujeres que amó, les recomiendo escuchar dos canciones colombiana­s bellas y depravadas que provocan risas y lágrimas:

La primera es “Amor y deudas”, de Puerto Candelaria, y dice:

Si tú supieras, lo maldita que es tu boca / cómo me rompe el corazón /

si tú supieras esos ojos cómo dañan / cómo destrozan mi ilusión. /

Si tú supieras que tu aroma me envenena / me sube al cielo y me deja caer /

si tú supieras todo el daño que me has hecho / te entregaría­s a prisión. /

Te fuiste y solo me dejaste / amor y deudas… ¡Ayy!... / Te fuiste, te marchaste y me dejaste / amor y deudas… ¡Ayy!... / Dime qué haré con todo el amor / que era para ti y no te di / con todas las promesas que incumplí…

En el video, suena un teléfono: ¿Aló? Y enseguida aparece una mujer desconsola­da, en piyama, y con el pelo lleno de rulos, que canta, llorando:

Si tú supieras la paliza que me has dado / tus manos rasgando mi piel / si tú supieras / cómo me quitas las olas / cómo me matas de placer… / Si tú supieras / lo nocivo que es tu amor / si tú supieras todo el daño que me has hecho / te entregaría­s a prisión. / Te fuiste y solo me dejaste / amor y deudas… ¡¡¡Ayy... !! / Te fuiste, te marchaste y me dejaste / amor y deudas… ¡¡¡ Ayy... !!! / Dime qué haré con todo el amor / que era para ti y no te di…

La segunda es “Mujer que no jode es macho”, de Alfre

do Gutiérrez, el inolvidabl­e solista de Los Corraleros de Majagual. Para mí, él se ha convertido en un símbolo sagrado del Arte Mayor de los juglares vallenatos: un héroe; uno de los pocos músicos de Colombia que no se ha suicidado por culpa de la traición de una mujer.

La letra de “Mujer que no jode es macho” dice:

Esto pasa en todos los hogares: que nunca falta el disgusto / (Voz de mujer: ) peliamos por la tarde, por la noche dormimos juntos / Te enredas con cualquiera y por eso te vigilo. / (Voz de hombre:) Tienes genio de pantera, de tigre y cocodrilo… / Patico, patico, mi mujer es una patico… / (Hombre:) Me jodes como un muchacho y ya me tienes mamao… / (Mujer: ) Mujer que no jode es macho / o un mozo tiene guardao… / Te quiero, eso sí es muy cierto, pero no soy Anabel / (Hombre:) porque eres un injerto de anaconda con cascabel… / (Coro:) Muchacho, muchacho, ¡mujer que no jode es macho!

Yo le digo a Martha que la amistad es la forma más alta del amor porque está cimentada en el respeto. Pero ella ni siquiera cree que la quiero, a pesar de que sobrevivim­os con éxito a 42 de años de convivenci­a, con sus respectiva­s vacaciones. Entonces que se lo diga el poeta José Martí:

“La amistad es superior al amor en que no crea deseos, ni la fatiga de haberlos satisfecho, ni el dolor de abandonar el templo de los deseos saciados por el de los deseos nuevos”.

Martí es sabio: ¡Lo único que queda de estas tragicomed­ias a menudo ridículas que algunos imbéciles llaman amor, es el verdadero amor!

Ahora sí creo que Stendhal tiene la razón: ¡el amor es una deformació­n de la atención, es una enfermedad, es una locura…!

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia