Chapecó en la memoria
Hace un año, el equipo brasileño cayó sobre un cerro de Antioquia. El mundo se conmovió. Así va la investigación.
La noche del lunes 28 de noviembre de 2016 quedó en la memoria de millones de personas, porque uno de los finalistas de la Copa Sudamericana, el Chapecoense, entonces considerado la sorpresa de ese torneo continental, se convirtió en protagonista de una de las tragedias más grandes del fútbol profesional.
19 futbolistas, el presidente del club, el entrenador y otras 51 personas fallecieron al estrellarse el avión de la empresa Lamia en Cerro Gordo, municipio de La Unión, a pocos minutos de la pista del aeropuerto José María Córdova. Tres de los jugadores, dos tripulantes de la nave y un periodista sobrevivieron.
La movilización de los organismos de socorro y de la ciudadanía fue inmediata, así como las espontáneas manifestaciones de solidaridad, procedentes no solo de los aficionados de Atlético Nacional -equipo con el que iba a disputar la final del torneo-, sino de miles de personas, seguidoras o no de algún equipo de fútbol.
Dos días después, el 30 de noviembre, fecha en la que estaba programado el juego, el estadio Atanasio Girardot y sus alrededores fueron el escenario de un acto en el que más de 90.000 personas cantaron, aplaudieron n y lloraron, en un homenaje que se extendió por buena parte de Medellín y de Antioquia.
Desde entonces se han revelado algunas irregularidades que pudieron causar o influir en el choque del avión contra la montaña en el oriente antioqueño, pero todavía no se conoce el informe oficial de las autoridades colombianas sobre este hecho.
EL COLOMBIANO repasa cómo están las investigaciones y otros aspectos que rodean esta tragedia