Cuerpos y objetos voladores en el Mamm
El museo presenta cuatro nuevas exposiciones temporales. Hoy, entrada libre por inauguración.
En un gran muro de la galería principal del Museo de Arte Moderno de Medellín (Mamm) se exhibe un triángulo rosa gigante, símbolo con el que marcaban a los homosexuales en los campos de concentración nazi. Sin embargo, en este museo tiene otro sentido. Se trata de Formas de liber
tad, una obra del artista colombiano radicado en Nueva York, Carlos Motta, y cuyo nombre se toma para su exposición antológica en el Mamm. Cuenta él que a través del tiempo “los movimientos sociales de Estados Unidos se apropian del símbolo rosa como una forma de activismo y liberación sexual”.
De hecho, el trabajo de Motta está enfocado en dos líneas: la injusticia social en América Latina y Colombia, y el activismo social, la política de género y la sexualidad.
Reconocer la diversidad
Como la de este artista, Deseo. Una exposición sobre el
amor, el sexo y la lujuria, es una muestra que hace una aproximación política acerca de la sexualidad, la autonomía y el respeto en todas sus dimensiones.
Este no es un asunto menor. La relación de la sexualidad con el arte en Antioquia ha sido conflictiva (ni se diga de los asuntos de género). Fé
lix Ángel y Débora Arango cargaron con el peso cultural y religioso de instituciones que impusieron cánones sociales y estéticos durante el siglo XX.
De hecho, ahora Débora es recordada ( y admirada) por atreverse a pintar desnudos que escandalizaron en su momento la escena artística en el país. Ahora el Mamm alberga la colección más completa de la artista antioqueña. Esa misma condición la hace parte de la muestra Deseo.
A Emiliano Valdés, curador del museo, le gusta pensar que esta es una exposición sexy, al apelar a lo formal y lo estético. Para él es variada en todos los sentidos y amigable con el espectador. “El arte, como forma de comunicación, te seduce”, comenta. Efectivamente, los 18 artistas que componen esta exhibición tienen en común eso, el reconocimiento de lo diverso.
Finalmente, para el curador la sociedad se debe al respeto de las decisiones y a la autonomía de cada persona, y esa es una de las apuestas actuales del museo: “De algún modo queremos transmitir la convicción de que el mundo es bello porque es variado”.
Paisajes inaudibles
Otras dos exposiciones, Alejandro Duque. Rarae aves y La Decanatura. Caja negra, cie
rran este ciclo expositivo. Desde su creación, el pro-
yecto Lab 3 ha hecho propuestas desde el sonido. Lo singular en Rarae aves es que explora los paisajes sonoros inaudibles que afectan a los seres humanos.
Para Jorge Bejarano Barco, de Proyectos Especiales, el arte está precisamente para hacer visible lo invisible. Por medio de la captación y manipulación de ondas y campos electromagnéticos, Alejandro Du
que construye dispositivos sonoros que reflexionan sobre las políticas globales de transmisión de información.
En una línea similar, en narrar lo inenarrable, está el trabajo de los artistas Elkin Calde
rón y Diego Piñeros del colectivo La Decanatura. Caja Negra. En esta, los artistas bogotanos se interesan por la historia de la aviación en Colombia, específicamente de los DC-3.
Este viejo modelo de avión aún se usa en Colombia como medio de transporte para llegar a lugares remotos del país, a pesar de que son completamente manuales.
A través de una videoproyección se recrea un viaje sobre un DC-3 mientras sobre- vuela una selva virgen. Para
Alejandra Sarria es una especie de metáfora de esa suspensión donde no llega la tecnología y se sigue existiendo; una tensión entre la memoria y la ruina.
Cuatro exposiciones
El deseo, la política, la aviación y el paisaje electromagnético son las temáticas que estarán en las cuatro muestras que se presentan a partir de este 29 de noviembre.
La variedad estética y formal atraviesa a los 22 artistas nacionales e internacionales que hacen parte del proyecto.
Ese triángulo rosa, que alguna vez fue la oprobiosa marca de la discriminación, se impone en una sala museal como símbolo de reivindicación sexual y política. La belleza está en lo diverso