La falta de recursos agotó esperanza de tren ligero para la 80
Ante negativa de la Nación y para no estancar el desarrollo de la ciudad a la espera de un aporte, ahora se plantea un sistema de buses eléctricos.
En las últimas semanas, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga, ha mencionado varias veces que la implementación de los sistemas de transporte masivo de la ciudad no deben detenerse por tener que esperar los recursos del Gobierno Nacional y, por eso, hay que revaluar cuanto antes el proyecto del tren ligero por la carrera 80, sugiriendo al mismo tiempo que, con los recursos que tiene hoy la administración, se podría empezar con un sistema de buses eléctricos.
“Avanzar en el sistema integrado de transporte tiene que ser una obsesión de todos, pero debemos plantearnos cómo lo vamos a financiar. Lo dije en la última junta del Metro: al paso que vamos no se podrá cumplir el Plan Maestro del Metro 2006-2030, porque no estamos contando con el apoyo de la Nación, el cual, por ley de metros —Ley 310 de 1996—, debería ser obligatorio. ¿ Por qué Medellín no puede acceder a estos recursos? Hemos hecho un esfuerzo mayor al de todas las ciudades colombianas”, afirmó Gutiérrez Zuluaga en sesión plenaria del Concejo.
El mandatario local recordó que un tren ligero por el corredor de la carrera 80 — principal vía occidental de norte a sur y viceversa de Medellín— cuesta 2,8 billones de pesos y que actualmente solo se cuenta con 600.000 millones de pesos. Por eso invitó al Concejo a que lo acompañe en la toma de decisiones importantes en términos de infraestructura y acerca de cuál sistema de transporte debe circular por allí.
“Tenemos unos retos importantes en términos ambientales. No nos podemos quedar esperando años para tener los sistemas deseables, porque la ciudad seguirá complicándose. Hay que redefinir el modelo y pensar cómo vamos a solucionar los problemas ambientales —calidad del aire— y de movilidad”, dijo.
“Creo mucho en los sistemas eléctricos para la movilidad sostenible. Pongámonos el reto como ciudad, de reemplazar el 100 por ciento de los buses de Metroplús que hoy funcionan con gas y también tenemos que considerar los buses eléctricos para otros corredores de la ciudad, como el de la 80”, concluyó el Alcalde de Medellín.
Probando buses
El gerente de Metroplús, César Hernández, le contó a EL COLOMBIANO que la Administración Municipal tiene una mesa técnica para la movilidad sostenible eléctrica. Esta mesa la conforman el Área Metropolitana, EPM, la Alcaldía de Medellín, el Metro y Metroplús y que este grupo de trabajo se planteó una ruta para empezar a migrar a la tecnología de buses eléctricos.
“Conforme a los cronogramas y acciones que se han acordado en dicha mesa, EPM, el Metro y Metroplús concertaron que cada uno compraría una tipología diferente de bus, con el objetivo de probarlos y luego proveer información sobre sus rendimientos operativos y económicos”, explicó Hernández.
En este sentido, EPM compró un bus eléctrico —tipo busetón (de 35 pasajeros)—, el cual puso en operación desde julio de este año para transportar a sus empleados entre la estación Alpujarra y su sede central, como si fuera un alimentador del sistema integrado del transporte masivo.
El próximo año, entre enero y febrero, llegarán a Medellín otros dos buses eléctricos para continuar las pruebas: un bus articulado (160 pasajeros) que compró el Metro y un bus padrón (80 pasajeros) que compró Metroplús; ambos serán puestos a prueba en las líneas 1 y 2 del Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá, Sitva.
“Una vez terminen las pruebas, se establecen cuáles son las mejores opciones y así pasar al tema de las flotas y los corredores en los que se utilizarían; para este último también se tendrá en cuenta el corredor de la avenida 80”, comentó.
El gerente de Metroplús
agregó que, básicamente, lo que se está desarrollando hoy son las alternativas técnicas para que —con buses eléctricos— se pueda atender la demanda de pasajeros que tendría un corredor como la avenida 80, entre Caribe y la Aguacatala.
Primero los intercambios
De los 2,8 billones de pesos que cuesta la construcción de un tren ligero por la carrera 80, por lo menos 800.000 millones de pesos se destinarían solo a intervenir los siete intercambios viales que tiene el corredor entre Caribe (norte) y la Aguacatala (sur). Sea cual sea el transporte que allí se emplee, el proyecto está pensado para conservar los dos carriles vehiculares en ambos sentidos, más las dos vías exclusivas de medio de transporte —tren o bus eléctrico—.
Al respecto, la concejala Aura Marleny Arcila, una de las cabildantes que más conoce de sistemas de transporte público y movilidad, opinó que, antes de decidir si es un sistema de buses o un tren ligero, se deberían empezar a intervenir los intercambios viales.
“Primero hay que invertir en la adecuación de estos intercambios viales y después se
piensa en la tecnología a usar. El éxito y la eficiencia de un sistema de transporte por este corredor depende de lo que se haga en estos puntos de la 80”, comentó la concejala.
Arcila, quien será la próxima presidenta de la Corporación en 2018, aclara que prefiere un tren ligero por la 80 y que la Administración Municipal no debe desistir en exigir recursos de la Nación para este proyecto.
“La ciudad tiene que diversificar las fuentes de financiación y hay que llevar a los debates a la campaña presidencial, la discusión de cómo la Nación le cumplirá a Medellín en la cofinanciación de este sistema de transporte masivo. La intervención de los nuevos intercambios viales garantiza que el proyecto tenga mirada de largo plazo y una secuencia lógica y técnica. Medellín no puede seguir financiando to-
dos los macroproyectos con sus ingresos corrientes, valorización o préstamos”, manifestó la concejala.
El proyecto
Sea un tren ligero tipo tranvía o un sistema de buses articulados como el de Metroplús, el proyecto de transporte masivo por la carrera 80 (ver gráfico) deberá ir desde la estación Caribe hasta la estación Aguacatala (ambas de la línea A del metro), pasando por las estaciones Floresta (línea B del metro) y La Palma (líneas 1 y 2 de Metroplús).
Para este trazado, de 13,5 kilómetros de longitud, se tienen contempladas 16 paradas y 4 estaciones de integración.
Para iniciar la operación, los estudios indican que el proyecto se puede construir en tres fases: la primera desde Caribe hasta la Floresta, la segunda desde la Floresta hasta La Palma y la tercera desde La Palma hasta la Aguacatala