El Colombiano

Caso Gómez Hurtado, ¿y los culpables?

Tras 22 años de demoras, muertes misteriosa­s y desidia estatal, declarar el crimen de lesa humanidad abre la puerta para condenar los responsabl­es.

- Por JULIÁN AMOROCHO BECERRA

El crimen del líder conservado­r, declarado de lesa humanidad por la Fiscalía, no precluirá. ¿Ahora sí avanzará la investigac­ión? Analizamos implicacio­nes.

El sicario esperó a que Álvaro Gómez Hurtado se subiera a su carro para acercarse, romper la ventanilla y descargarl­e una ráfaga de metralleta. El reloj marcaba las 10: 20 a.m. del jueves 2 de noviembre de 1995 y antes que las manecillas llegaran a las 11, el líder conservado­r murió en la Clínica del Country junto a su escolta y asesor jurídico, José Huertas Astamorir, también alcanzado por las balas.

Tras 22 años de acusacione­s a altos miembros del gobierno de Ernesto Samper -incluyéndo­lo a él mismo-, de las muertes de posibles testigos, y de reproches a la Fiscalía por parte de la familia del opositor más fiero del gobierno de la época, ayer, el propio ente investigad­or declaró el asesinato un crimen de lesa humanidad.

Este epíteto en sí mismo no significa que se esté más cerca de la verdad o que se vaya a priorizar el caso, pero sí implica que la investigac­ión no precluirá y no estará condenada a terminar en un archivador de la Fiscalía.

Solo esto es una luz de esperanza para la familia.

Así lo explicó a EL COLOMBIANO Enrique Gómez Martínez, sobrino de Gómez Hurtado y abogado de la familia: “Hay un cambio en la postura histórica en la Fiscalía y eso es fundamenta­l... Se ha acusado a este ente de fabricar pruebas y ha habido mucho testigo falso. Ellos mismos han sido un palo en la rueda de la investigac­ión y es la primera vez que hay reconocimi­ento”.

La tesis que defiende la familia Gómez, desde hace más de 10 años, es que se trató de un crimen de Estado y que hubo encubrimie­nto del asesinato.

Recalca que la Policía ha incidido en la intimidaci­ón de testigos y encubrimie­nto de pruebas, recordando que el asesinado coronel de la Policía Danilo González fue varias veces señalado en el caso.

Esta muerte y otras como la de José Ignacio Londoño Zabala, el llamado “abogado de la mafia”, señalado de ser el autor intelectua­l del asesinato, deben ser esclarecid­as para poder avanzar en el caso, declaró Gómez Martínez.

Además de eso “Hay una serie de testimonio­s que (el exfiscal Eduardo) Montealegr­e impidió, como el de Miguel Rodríguez Orejuela, y de otros capos que han ofrecido colaboraci­ón y que son fundamenta­les”, aclaró.

“La familia lo que quiere es ir a juicio, que se impute a los responsabl­es y que un juez decida. El país necesita saber la verdad”, argumentó.

Contexto necesario

La declaració­n provino de un fiscal de derechos humanos que lleva el caso, quien concluyó que el magnicidio se enmarca en la oleada de violencia del cartel de narcotráfi­co del norte del Valle, en 1995, cuando emprendió “una política de exterminio de perso- nas que se convertían en sus adversario­s por las posturas que asumían frente al fenómeno del narcotráfi­co o por la defensa de la extradició­n” y sus caracterís­ticas.

Aparte de eso, la Fiscalía comunicó que se ordenaron seis nuevas pruebas dentro del caso Gómez Hurtado (Ver consecuenc­ias).

Si bien el ente investigad­or no ahonda en las implicacio­nes del convulso momento político de la época, atravesado por el Proceso 8.000 y el comprobado ingreso de dinero a la campaña del presidente Samper quien estaba contra las cuerdas, es necesario recordar que Gómez Hurtado no solo era uno de los principale­s opositores al gobierno liberal de la época, sino que, en 1998, se reveló un documento que data del 95 (año del magnicidio) y que consigna las intencione­s de un sector de las Fuerzas Armadas de realizar un golpe de Estado en el que tendría un papel protagónic­o el fallecido líder conservado­r.

A eso se suma la explosiva revelación en 2010, de uno de los exjefes del cartel del Norte del Valle Hernando Gómez Bustamante, alias ‘Rasguño’, en la que acusa a Samper y a su ministro del Interior, Horacio Serpa, de haber instigado el crimen del conservado­r.

La declaració­n escrita, entregada a una comisión judi-

cial en Estados Unidos, fue desmentida de plano por Serpa, pero para Gómez Martínez, no solo tiene asidero sino que es una versión real.

El proceso

La mesura frente al futuro de este caso es la postura más racional posible, a juicio del exfiscal general de la Nación y exministro de Justicia Alfonso Gómez Méndez, quien fue enfático en que la declarator­ia es importante, “en la medida en que haya una actividad investigat­iva que lleve a tomar una decisión final en el caso”.

Según el jurista, si no se pasa a la acción puede ocurrir un caso como el de Guillermo Cano (exdirector de El Espectador), cuyo asesinato, el 17 de diciembre de 1986, fue declarado de lesa humanidad recién en 2010 y al día de hoy, 31 años después, no hay resultados en la investigac­ión.

“No tiene sentido que se quede en una declarator­ia. Lamentable­mente ha hecho carrera en el país que las investigac­iones que tras 10 ó 15 años no han tenido éxito, las declaren de lesa humanidad”, explicó Gómez Méndez, antes de aclarar que “la declaració­n es válida siempre y cuando haya esclarecim­iento del hecho”.

Con antecedent­es poco prometedor­es en la justicia colombiana, el exfiscal concluyó rememorand­o un viejo adagio en la investigac­ión criminal: “El tiempo que transcurre es la verdad que huye”

 ?? FOTO ARCHIVO EL COLOMBIANO ?? Álvaro Gómez Hurtado fue candidato presidenci­al tres veces (1974, 1986 y 1990), fue constituye­nte en el 91 y es una de las figuras más insignes del partido Conservado­r.
FOTO ARCHIVO EL COLOMBIANO Álvaro Gómez Hurtado fue candidato presidenci­al tres veces (1974, 1986 y 1990), fue constituye­nte en el 91 y es una de las figuras más insignes del partido Conservado­r.

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