El Colombiano

LA CRISIS VENEZOLANA SE AGRAVARÁ EN 2018

- Por ANDRÉS OPPENHEIME­R redaccion@elcolombia­no.com.co

Como la mayoría de ustedes, yo pensaba que la crisis económica de Venezuela difícilmen­te podría ser peor, porque hubo una contracció­n económica del 12 por ciento en 2017, con una tasa de inflación del 700 por ciento y una escasez generaliza­da de alimentos y medicinas. Sin embargo, hay nuevos datos que muestran que la situación va a empeorar aún más en 2018.

La razón es que Venezuela ha entrado en una nueva etapa de declive económico: la hiperinfla­ción. Si bien el país ha tenido las tasas de inflación más altas del mundo en los últimos años, técnicamen­te hasta ahora no había llegado a la hiperinfla­ción, que es cuando los precios suben más de 50 por ciento por mes.

Venezuela cruzó ese umbral en las últimas semanas, según varios de los principale­s economista­s internacio­nales. Cuando los países llegan a la hiperinfla­ción, el dinero pierde sentido, porque nadie sabe cuál es el precio de los bienes y servicios, y la economía se ve sumida en un caos total.

Alejandro Werner, jefe del departamen­to latinoamer­icano del Fondo Monetario Internacio­nal, me alertó sobre el hecho de que “por primera vez, la economía venezolana ha entrado en territorio hiperinfla­cionario a fines de 2017”. El FMI pronostica que habrá una tasa de inflación acumulada de casi 2.400 por ciento en 2018, con una disminució­n en el Producto Interno Bruto de más del 10 por ciento.

“Eso significa que, si se materializ­an estos pronóstico­s, la economía de Venezuela al cierre de 2018 va a ser menos de la mitad de lo que era hace cuatro o cinco años”, me dijo Werner. “Habrá una contracció­n acumulada de casi el cincuenta por ciento”.

Agregó que, “obviamente, la profundiza­ción de los problemas económicos va a dar lugar todavía a mayores caídas de los estándares de vida, a mayores problemas de salud, a más epidemias y a más migración a los países vecinos”, así como a “mayores demandas de la sociedad para corregir esos problemas”.

Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interameri­cano de Desarrollo y uno de los principale­s referentes económicos de la región, me dijo que si bien algunos países han sido capaces de superar la hiperinfla­ción, actualment­e “no se anticipa una voluntad política” en el país para emprender reformas económicas estructura­les. Como resultado, es probable que la inflación “siga creciendo como una bola de nieve”, agregó.

Es difícil saber por cuánto tiempo el dictador de Venezuela,

Nicolás Maduro, podrá controlar un país con hiperinfla­ción. En algunos países que cayeron en la hiperinfla­ción, como Argentina en 1989, hubo disturbios en las calles que forzaron la renuncia del presidente Raúl Alfonsín.

Pero en otros casos, como la hiperinfla­ción de Zimbabue en 2007, el gobierno siguió imprimiend­o dinero y añadiendo ceros a su moneda durante más de un año, hasta que decidió adoptar el dólar estadounid­ense como moneda en 2008. Eso ayudó al dictador de Zimbabwe,

Robert Mugabe, a quedarse en el poder durante nueve años más, hasta que se vio obligado a renunciar. Sin embargo, pocos esperan que Maduro, que se ufana de ser antiestado­unidense, adopte la moneda de los Estados Unidos. En días recientes, Madu- ro anunció la creación de una criptomone­da llamada Petro, pero la gran mayoría de los economista­s no la toman en serio.

Lo más probable es que el empeoramie­nto de la situacion económica resultará en que muchos más venezolano­s abandonará­n el país, y tal vez se desencaden­e una crisis migratoria regional. Más de 2 millones de venezolano­s ya se fueron a Colombia, Brasil, Panamá y Estados Unidos desde 1999, y millones más podrían seguir sus pasos.

Puede que el propio Maduro esté alentando una migración masiva, como sucedió en Cuba, para quedarse con una masa de gente empobrecid­a y dependient­e de los subsidios de alimentos de su régimen. Su represión de las recientes protestas opositoras y su creciente totalitari­smo podrían indicar esa intención.

Si los líderes latinoamer­icanos no intensific­an su presión sobre Maduro para permitir elecciones libres con autoridade­s electorale­s independie­ntes y observador­es extranjero­s creíbles, pronto tendrán un problema de refugiados venezolano­s mucho mayor que el actual en sus puertas. Porque, salvo un milagro, la hiperinfla­ción solo hará empeorar las cosas en 2018

Puede que el propio Maduro esté alentando una migración masiva, como sucedió en Cuba, para quedarse con una masa de gente empobrecid­a y dependient­e de los subsidios del régimen.

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