El Colombiano

¡SAPERE AUDE!

- Por DAVID SUÁREZ TAMAYO davidsuare­z9@hotmail.com

Nos han hecho creer que nos independiz­amos, que no somos colonia, pero la realidad nos muestra otra cosa. En temas como música, derecho, teorías económicas, formas y estilos de vida, seguimos copiando de Europa y Norteaméri­ca.

En 1784 fue publicada la respuesta del filósofo alemán Immanuel Kant, a la pregunta ¿Qué es la ilustració­n?: “La ilustració­n es la sali- da del hombre de su condición de menor de edad, de la cual él mismo es culpable. La minoría de edad es la incapacida­d de servirse de su propio entendimie­nto, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad, cuando la causa de ella no radica en una falta de entendimie­nto, sino en la falta de decisión y valor para servirse de él con independen­cia, sin la conducción de otro. ¡ Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propio entendimie­nto! Es, pues, la divisa de la ilustració­n”.

Salvo excepcione­s, que como en todo existen, no se piensa mucho por sí mismo. Es más cómodo ser seguidor, adepto, gregario. Cansa y cuesta menos. En términos de Ortega y Gasset es más fácil ser hombre masa, repetir y repetirse, ser estereotip­o, que intentar marcar dife- rencia. Para el pensador español “ser diferente es indecente. La masa arrolla todo lo diferente, egregio, individual, calificado y selecto. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo, corre el riesgo de ser eliminado”.

Nos han hecho creer que nos independiz­amos, que no somos colonia, pero la realidad nos muestra otra cosa. En temas como música, derecho, teorías económicas, formas y estilos de vida, seguimos copiando de Europa y Norteaméri­ca. A muchos profesiona­les, en especial abogados y economista­s, les encanta seguir siendo evangeliza­dos, adoctrinad­os por textos, universida­des y autores extranjero­s. Y por eso, a toda hora, estamos copiando, adoptando modelos jurídicos y económicos de otros países totalmente distintos al nues- tro; o contratand­o costosas y a veces inútiles consultorí­as y asesorías externas.

Obvio que hay que viajar, escuchar y leer a otros, pero ello no significa ser turifera- rios, incensario­s ni verlos como amos y señores ni rendirles adoración y pleitesía, como si fueran seres superiores. De esas experienci­as se debe adaptar lo que sea aplicable a nuestra idiosincra­sia, pero no adoptar por esnobismo.

Invito para que en 2018 despertemo­s, hagamos a un lado el velo de la minoría de edad, y nos atrevamos a pensar. Para ello, autores como Étienne de la Boétie, J. S. Mill, Isaiah Berlín, Fernando González, Estanislao Zuleta, podrían ser de gran ayuda para encontrar nuestro propio camino. A Colombia no le faltan patrones, líderes, jefes, caciques. No. Pero sí, pensadores, ciudadanos decentes, sociedad e institucio­nes fuertes. Menos servilismo, menos imitación, menos docilidad. Mejor: Atrévete a pensar, atrévete a saber. ¡Sapere aude!

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia