Traslado de embajadas a Jerusalén apunta a ganar simpatía de Trump
Como oportunista calificaron expertos decisión de Guatemala de pasar representación a esa ciudad, medida que Israel estaría negociando con al menos 10 países.
El anuncio del Gobierno de Guatemala sobre el inicio de las gestiones para trasladar la embajada de ese país en Israel a Jerusalén, generó una ola de especulaciones sobre otros Estados que podrían establecer en dicha ciudad su sede diplomática, a similitud de la medida tomada por Estados Unidos.
La incertidumbre se vio alimentada por las declaraciones de la ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Tzipi Hotovely, quien señaló a la radio pública que “Guatemala es solo el precursor” de una negociación con al menos 10 países, de los que se abstuvo a revelar sus nombres puesto que “se encuentran bajo duras presiones del mundo árabe y Estados europeos”.
“Sorpresiva y riesgosa” resultó en opinión de expertos consultados por este diario la decisión del Ejecutivo guatemalteco. Mauricio Jaramillo
Jassir, internacionalista de la Universidad del Rosario, indicó que se creía que el único país del mundo que tomaría una decisión tan polémica y tan nociva para la paz, sería Estados Unidos bajo el liderazgo de Donald Trump y explicó que la votación de la resolución de la ONU, que rechazó la postura del presidente estadounidense sobre Jerusalén, configuró la perspectiva de lo que puede ocurrir en próximos días.
“Lo que uno puede ver es que no solamente hay esta-
dos que no quieren someterse a medidas de retaliación por parte de Estados Unidos, sino que además, lo que es mucho más grave, hay países que quieren aprovechar este distanciamiento de EE. UU. con el mundo para afianzar sus relaciones con el mismo”, señaló el académico.
Además de Guatemala, países como Honduras, Islas Marshall, Micronesia, Nauru y Palau respaldaron la postura del Gobierno Trump durante la pasada Asamblea General de la ONU, lo que a juicio del analista muestra el deseo de congraciarse con Estados Unidos, “pero son países que nunca han tenido una incidencia en el conflicto palestino israelí”, por tanto, se trata de “un respaldo simbólico y un hecho oportunista, que aleja la posibilidad de una paz duradera en Oriente Medio”.
Para Rafael Tamayo Franco, teólogo, doctor en Historia y experto en Derecho Internacional de la Universidad Eafit, Estados Unidos está propiciando que otros países tomen decisiones emotivas: “Actualmente, EE. UU. no toma decisiones muy reflexivas y el hecho de que algunos países lo sigan, muestra que buscan generar simpatías, pero para la misma población de Jerusalén y para el conflicto palestino israelí, no es positivo”.
Concluyó el experto que Jerusalén ya es una de las ciudades más problemáticas de Oriente Medio, “como para sumarle ahora las tensiones por la representación diplomática”,