Esta vez no mire al toro por los cachos
Por estos días el personaje que encanta en el séptimo arte se llama Ferdinand.
Un toro gigante al que le gustan más las flores que embestir, enamoró a millones de lectores cuando fue editado el libro The Story of Ferdinand, del autor Munro Leaf y el ilustrador Robert Lawson, en 1936. El mensaje era sobre las apariencias engañosas: al toro no se le debe juzgar por sus cuernos.
El mensaje del libro ahora llega al cine con Olé, el viaje de Ferdinand, bajo la producción de los mismos realizadores de películas como Rio y dirigida por su mismo director, el nominado al Premio de la Academia Carlos Saldanha.
El proceso
El plan para llevar la historia a la pantalla grande comenzó hace más de seis años. “Ya lo había leído y quedé enamorado de la historia y de su mensaje maravilloso de acepta- ción y diversidad. Pensé que este era el momento idóneo para tomar este adorable librito y desarrollarlo para convertirlo en una película familiar para las audiencias actuales”, dice el director.
Uno de los retos más grandes para convertirlo en un largometraje fue expandir su línea narrativa e introducir personajes para acompañar a Ferdinand durante su travesía.
“La historia tiene un inicio y final muy sólidos –sigue Saldanha–, así que tomamos esos componentes muy poderosos y creamos este segundo acto que nos ayuda a relacionarnos con Ferdinand. Fuimos capaces de pasar más tiempo con él y experimentar su mundo, mientras crece de una manera más contemporánea y con la que nos podamos sentir identificados. También tuvimos la libertad de introducir todos estos personajes coloridos y memorables que no estaban en el libro. Sin embargo, también tuvieron que encajar en este mundo y refrendar el mensaje de la obra”.
Dado que el libro y la pelí- cula se desarrollan en lugares coloridos e históricos de España, los productores visitaron el país.
“Nos sirvió de inspiración la belleza de los paisajes y la arquitectura única de España. La paleta de color de la película cuenta con muchos tonos terrenales, y es muy distinta a los colores tropicales que usamos en las películas de Río. Asimilamos la magnífica arquitectura de algunas de las ciudades y viajamos al sur a la encantadora región de Andalucía”, concluyó el director