LAS NUEVAS GENERACIONES NO SABEN QUÉ PASÓ EN NUESTRO PASADO
A los niños y jóvenes en Colombia se les ha mantenido marginados de la enseñanza de la historia, por un decreto de hace 32 años que suprimió esta asignatura del pénsum académico y la dejó como una optativa para los planteles educativos. Las nuevas generaciones no saben qué pasó en nuestro pasado, ni tampoco están en condiciones de inter- pretar los grandes desenvolvimientos que nos suceden.
De ahí se desprende una apatía generalizada por todo lo público, por el sentido de pertenencia a nuestro país y por el ánimo de encontrar nuestra propia identidad. Esta lamentable realidad nos forma con grandes vacíos, nos aleja de la realidad nacional y nos despo- ja de motivaciones para luchar por nuestro futuro.
El Congreso de la República recién aprobó una ley que ordena la implantación de la cátedra de Historia. Fue una iniciativa de la senadora Viviane Morales Ho
yos que contó con el decidido impulso de los respectivos ponentes: Guillermo Santos en Senado e Iván Darío Agudelo en Cámara, y que cuenta con el aval del Ministerio de Educación.
Esto quiere decir que pronto se enmendará ese error en la formación de las nuevas generaciones y que todos los planteles educativos del país tienen que diseñar sus plantas de docentes y su logística, para que se dé inicio a esta tarea fundamental en la formación de los ciudadanos