PIÑERA BUSCA UN CHILE SIN POLARIZACIÓN Y CON GOBERNABILIDAD
En Chile, si bien de momento impera más la esperanza que los presagios negativos, es claro que la estabilidad futura pasa por las decisiones que tome el presidente electo Sebastián Piñera (asumirá el 11 de marzo), y su inteligencia para negociar con otras bancadas, sabiendo que no contará con plena gobernabilidad en el Legislativo. Si no logra blindar su mandato, pasaría problemas como los que actualmente atraviesa Argentina, donde el malestar frente a las políticas impulsadas por Mauricio Macri han llevado a la nación a un enfrentamiento entre sectores
radicales de izquierda y fuerzas del Estado. Esa advertencia la reitera Héctor Soto, columnista político del diario santiaguino La Tercera: “buena parte de la izquierda, más que hacerle oposición en el Parlamento, se la haría en la calle. Pero a raíz de los cambios en su composición, vamos a tener un Congreso menos monolítico, en donde habrá bancadas que no tributen a las dos grandes coaliciones políticas del país. En este sentido Piñera tendrá que
tener mucha muñeca política y dedicarse a negociar”. Serrano prevé que Chile tendrá importancia prioritaria en la región teniendo en cuenta que se trata de uno de los países con las fuerzas políticas más prudentes, pero admitiendo el riesgo subyacente en las bases de apoyo: “en general las cosas que primero se dan en Chile, luego se dan en el resto de los países. Su izquierda es verdaderamente moderada, pero sus militantes no lo son y podrían desgastar la situación”.