DESEMBARCO EN EL POSCONFLICTO
Solo en cuatro departamentos, las Fuerzas Armadas tienen desplegados más de 25.000 uniformados. Analistas creen que no es la única solución.
Las Fuerzas Armadas y la Policía tienen desplegados más de 25 mil efectivos en cuatro departamentos donde el conflicto armado arreció a pesar de la salida de las Farc del mapa bélico. El pasado viernes se activó en Nariño la Fuerza de Tarea Hércules con 9.800 uniformados. ¿Son necesarias estas intervenciones?
Son varias las regiones del país que aún no viven el anhelado posconflicto tras la salida de las Farc del mapa bélico. Por el contrario, en las zonas donde operaba esta organización se está experimentado un recrudecimiento de la violencia.
Departamentos como Chocó, Norte de Santander, Cauca Nariño y algunas regiones de Antioquia, siguen sufriendo los coletazos de la guerra y sus principales ingredientes: narcotráfico, minería ilegal, extorsión, reclutamiento y secuestro.
Ante esta situación, las Fuerzas Armadas y de Policía han tenido que reorganizar o reforzar sus unidades. También fortalecer y renovar las estrategias que ya se estaban implementando. Sin ir muy lejos, el viernes, el presidente Juan Manuel Santos activó la Fuerza de Tarea Conjunta “Hércules”, que con 9.000 hombres busca aplacar la guerra que se está viviendo en Tumaco (Nariño) por el control territorial, de los cultivos de uso ilícito y rutas de tráfico.
Ante esta respuesta del Estado en los departamentos afectados, analistas y el ministerio público coinciden en que se requiere de la intervención militar. Sin embargo, no creen que sea suficiente.
La Defensoría del Pueblo, en declaraciones sobre estas intervenciones, dejó claro que una acción militar “es un factor que permitirá fortalecer la seguridad y la investigación de los hechos violentos. Pero, la grave problemática humanitaria y social de esas regiones requiere una respuesta integral para superar las condiciones de vulnerabilidad de la población que carece del acceso a educación, salud, trabajo, agua potable y saneamiento básico, entre otros”.
Juan David Escobar, director del Centro de Pensamiento Estratégico de la Universidad Eafit, cree que en estos casos la cantidad de personal desplegado no puede asegurar el éxito y explica su punto de vista con los tipos de fuerza que hay en un conflicto: la física y la moral.
Para el académico, en este caso puede haber recursos físicos y “uno esperaría que aumenten los resultados, pero también se presentan elementos morales que serán determinantes en los resultados”.
“Puede que existan más soldados pero las Fuerzas Militares en Colombia no tienen ninguna motivación para ser efectivas porque la tropa mantiene un miedo de que sus actuaciones los pueda dejar con problemas judiciales”. Agrega, por el contrario, que “siempre hay posibilidad de que a quienes combaten queden en li- bertad después de un proceso de negociación”.
EL COLOMBIANO consultó con las Fuerzas Armadas cuáles son esos principales esfuerzos que mantienen en las regiones en donde se concentran casi 25.000 uniformados, sin contar refuerzos para operaciones especiales o intervenciones que requieran participación de otro tipo de autoridades como la Fiscalía.
Fuerza de Tarea Hércules
Fue activada por el presidente Juan Manuel Santos y el Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, el pasado viernes y se convirtió en el principal esfuerzo armado del Estado para combatir a las disidencias de las Farc en el departamento de Nariño, pero también a otros 11 grupos armados ilegales entre los que están el Eln y bandas criminales que se enfrentan en esa zona de Colombia.
Los municipios nariñenses de Barbacoas, El Charco, Francisco Pizarro, La Tola, Magüi Payán, Mosquera, Olaya Herrera, Roberto Payán, Santa Bárbara y Tumaco, serán los que recibirán el impacto de las acciones de esta ofensiva militar, cuyo comandante será el general Jorge Isaacs Hoyos.
El municipio de Tumaco será el más beneficiado. Su al- calde, Julio Cesar Rivera, afirma que “era un pedido de la población del pacífico nariñense por la ola de violencia que estamos viviendo en los últimos meses, justo después del proceso de paz con el que esperábamos y creíamos que íbamos a tener tranquilidad”. El alcalde considera que el Gobierno, con la promesa del posconflicto, no solo en lo militar, sino en inversión social, tiene una deuda pendiente.
Fuerza de Tarea Vulcano
En el nororiente del país, específicamente en la región de Catatumbo, Norte de Santander, la presencia de las guerrillas del Eln y Epl (Los Pelusos), se han convertido en un factor de inestabilidad.
La “Vulcano”, comandada por el general Eduardo Quiroz Chaparro, no solo tiene la misión de combatir esas organizaciones ilegales, también debe cumplir con la erradicación de los cultivos de uso ilícito que hay en la región (24.831 hectáreas según la ONU en 2017). A esto se suman fenómenos como la comercialización ilegal de hidrocarburos y los ataques contra la infraestructura petrolera.
Fuerza de Tarea Titán
El Eln y el Clan del Golfo han tenido en el departamento de Chocó uno de sus bastiones.
“También se requiere de una respuesta integral del Estado para superar las condiciones de vulnerabilidad de la población afectada”. DEFENSORÍA DEL PUEBLO
La geografía de la región hace más difícil la persecución de los ilegales. Desde el 2014 el Estado las viene combatiendo con esta fuerza de tarea que compromete esfuerzos de la Armada, Fuerza Aérea y Ejército, todos liderados por el general Mauricio Moreno.
Una de las principales estrategias de “Titán” está en el control fluvial, por donde se movilizan, en promedio, cerca de 300.000 personas al año en unas 28 mil embarcaciones. “Ocupamos de manera permanente los ríos San Juan, Baudó y Atrato, lo que nos ha permitido llegar a algunas áreas para neutralizar corredores de narcotráfico y la explotación ilícita de yacimientos mineros. Ahí es donde más le duele a esos grupos”, explica el general Moreno.
Operación Agamenón
Es liderada por la Policía Nacional. Sin embargo, desde el año pasado recibe apoyo de las Fuerzas Armadas y, a diferencia de las otras fuerzas de tarea, esta tiene un solo enemigo: el Clan del Golfo.
No es un despliegue numeroso, cuenta con 800 soldados, pero dispone de ayuda técnica y apoyo de inteligencia de agencias internacionales como la DEA, CIA (Estados Unidos) y el MI6 (Inglaterra).
En los últimos meses, Agamenón ha logrado la caída de los principales líderes de la banda criminal como “Ramiro Bigotes”, “Rafa”, “Gavilán” e “Inglaterra”.
“Esta es una organización criminal en decadencia. Los golpes han sido sistemáticos y estructurales. Uno a uno han venido cayendo sus principales cabecillas, lo que ha generado una desbandada en los distintos niveles de esta organización criminal”, dijo el director de la Policía, general Jorge Hernando Nieto
“Pediamos una intervención por la ola de violencia que estamos viviendo en los últimos meses después del proceso de paz”. JULIO CESAR RIVERA Alcalde de Tumaco