Debate sobre la propuesta de la OMS
La mayoría de las investigaciones realizadas por psicólogos sobre los efectos de los juegos de video se han centrado en su impacto negativo: el daño potencial relacionado con la violencia, la adicción y la depresión. Reconocemos el valor de esas investigaciones; sin embargo, sostenemos que se necesita una perspectiva más equilibrada, una que considere no solo los posibles efectos negativos, sino también los beneficios de jugar. Tener en cuenta estos beneficios potenciales es importante, en parte, porque la naturaleza de ellos ha cambiado drásticamente en la última década, haciéndose cada vez más compleja, diversa, realista y de naturaleza social. Un pequeño y significativo cuerpo de investigación ha comenzado a emerger, principalmente en los últimos cinco años, documentando efectos positivos. Entre estos, encontramos cuatro dominios principales: cognitivo, motivacional, emocional y social. Al integrar ideas de la psicología del desarrollo, positiva y social, así como las de los medios, proponemos algunos mecanismos candidatos por los cuales los videojuegos pueden fomentar los beneficios psicosociales del mundo real. Nuestro objetivo es proporcionar pruebas suficientemente sólidas y un fundamento teórico para inspirar programas de investigación sobre los beneficios de salud mental de entretenerse de esta manera, en gran medida inexplorados.