Podríamos ser mejores para los conciertos
“Colombia es referente musical para los artistas ya que la diversidad del país le ha permitido disfrutar de expresiones foráneas, el caso de estrellas del pop y del rock y además propuestas más arriesgadas, alternativas y menos comerciales como la que se presentan en centros culturales como Eafit en Medellín y La Universidad de los Andes en Bogotá. Pero Colombia podría ser un mayor referente sino fuera por el abuso que cometen las entidades promotoras de estos conciertos. En 2009 se modificó la ley de impuestos. Con esa ley se decía que las entradas iban a ser más asequibles para la gente. A pesar de ese cambio los empresarios siguen cobrando lo mismo por la boletería. Hoy se ve una competencia de productoras de eventos que se pelean por quién trae a quién hasta el punto en que coinciden espectáculos en las mismas fechas y eso daña el mercado, se convierten en eventos elitistas. No todo al que le gusta la música de corazón tiene como acceder. Se justifican diciendo que en Colombia la gente es apática. Una cosa es la gratuidad, que es muy dañina, y otra el abuso en los valores de las entradas. Pienso que hay una ausencia del estado en ese tema. Al comprar una boleta te cobran el servicio. Si tú vas por ella, ¿cuál servicio te están cobrando, el de venderla? Creo que hay que empezar a indagar y poner el tema en el debate, ya que no se beneficia la formación de públicos ni la escena musical. Aquí, una boleta para un concierto, es un articulo de lujo. En ocasiones no se compensa el precio con los escenarios y la claridad del sonido. Ver un artista en un pantanero ¿qué le da a un espectador? ¿Qué tipo de cultura estamos creando? ¿Una que aprecia con criterio la música o festivales que son mero divertimento? Para mí es importante formar públicos y no lo estamos haciendo.