Investigan a constructores por semáforo que apareció cortado
¿Quién invadió a quién? Esa es la pregunta clave para resolver lío con un privado.
Los encargados de la remodelación de un edificio en el centro de Medellín le encontraron una solución “rústica” a un problema de construcción: le cortaron una parte del tablero al semáforo que obstaculizaba el segundo piso de la construcción.
El edificio está ubicado en el cruce de Amador con Cúcuta (calle 45 con carrera 54), muy cerca de la biblioteca de EPM y en una zona de comercio tradicional de la ciudad.
Juan Camilo Gómez, subsecretario técnico (e) de la Secretaría de Movilidad de Medellín -entidad responsable de la red semafórica de la ciudad- aseguró que conocieron de la denuncia por medios de comunicación. “Se evidencia que hay un corte del elemento que facilita la visualización de las señales y también se ve que no hay una trazabilidad respecto a la autoridad competente que es la Secre- taría”; dijo, en alusión a que el constructor no hizo requerimientos relacionados con esa señalización.
“Se está validando si hay daño de material público o afectación a la propiedad pública y se emitirán los comunicados ante entes de control respectivos”, agregó Gómez.
Ayer la Alcaldía informó que técnicos de la secretaría de Gestión y Control están investigando qué irregularidades hubo en la obra, y si el constructor incumplió algu- na norma urbanística, pero que aún no se tiene un veredicto sobre el caso.
EL COLOMBIANO visitó el sitio para conocer la versión de los constructores, pero no encontró a nadie y tampoco había aviso de curaduría, por eso a la fecha no se ha confirmado quién es el constructor.
Sin embargo Ana, comerciante de uno de los almacenes del edificio que se niega a dar su apellido, explicó que hasta hace dos años allí funcionaba un hotel llamado El descanso del pasajero. “Lo que sabemos es que eso se le vendió a un señor del que solo conocemos el primer nombre, Uriel. Él empezó los trabajos, pero no tenemos un administrador todavía y, por lo que hemos visto, las obras tampoco se han terminado”, relató.
De hecho, pocos de los locales del nuevo edificio, que tiene una fachada gris con enormes vidrios, están ocupados en la actualidad.
Pero este no es el único caso que se presenta en la
zona. Muy cerca de allí , en el cruce de Amador con Bolívar (carrera 51 con calle 45) otro semáforo fue recortado, al parecer también por particulares, para dar paso a la segunda planta de un edificio que apenas se está construyendo. En el sitio ninguno de los obreros presentes se quiso pronunciar sobre quién o cuándo cortó la señalización pública.