El Colombiano

Peligrosos no son los perros, sino sus dueños

Algunas razas de perros se deben tratar de manera diferente a otras, para evitar agresiones a personas y otras mascotas. Le explicamos lo que dice la ley.

- por VANESA RESTREPO

En los ataques de estos animales influyen la crianza y el entrenamie­nto que se les da. Explicamos algunos aspectos para tener en cuenta y evitar comportami­entos agresivos en sus mascotas.

Más que una legislació­n o una raza, lo que en realidad hace potencialm­ente peligrosos a algunos perros son el entrenamie­nto y trato al que los somete el propietari­o.

Según el Código de Policía de Colombia, las razas considerad­as peligrosas para los humanos son: american staffordsh­ire terrier, bullmastif­f, dóberman, dogo argentino, dogo de Burdeos, fila brasileiro, mastín napolitano, pit bull terrier, american pit bull terrier, de presa canario, rottweiler, staffordsh­ire terrier, tosa Japonés o cualquiera de sus cruces o híbridos. También perros que tengan antecedent­es de ataque a otros animales o a personas.

Santiago Henao, docente de la Facultad de Medicina Veterinari­a y Zootecnia de la Universida­d CES, explica que esa definición obedece a las consecuenc­ias que tiene un posible ataque de estos animales a un humano. “Un pinscher puede morder, pero no va a hacer tanto daño como estos animales”, indica.

Pero más allá de la norma, el veterinari­o asegura que lo que define finalmente si un perro es agresivo o no es la forma en la que es criado o educado.

En eso coincide con la teniente Ericka Ortiz, comandante de Protección Ambiental de la Policía Metropolit­ana. “Más que perros peligrosos, hay propietari­os peligrosos y por eso no queremos caer en la satanizaci­ón de razas”.

Ante la justicia

Un ejemplo de “propietari­o peli- groso”, según la teniente Ortiz, es el dueño de un pit bull, que hoy debe responder ante dos instancias por la agresión de su perro a varias personas.

El hecho se produjo la mañana del pasado 9 de enero en Bloques de La Iguaná, occidente de Medellín. Un joven de la zona salió a un parque con tres perros pit bull y se enfrascó en una riña. En medio de la pelea y usando solo un par de palabras, el muchacho le ordenó a una de sus mascotas atacar y tres personas -entre ellas un menor de edad- resultaron mordidos. “El animal había sido entrenado para eso”, reconoce la teniente.

Uno de los vecinos llamó a la Policía que llegó minutos después y fue recibida por el mismo joven que de nuevo ordenó atacar a los animales.

“Uno de los perros se le abalanzó al policial que usó la tonfa (bolillo) para defenderse, pero seguía agresivo y entonces él sacó el arma de dotación y le disparó al animal”, relata el comandante operativo de la Policía, coronel Juan Carlos Restrepo.

El disparo calmó los ánimos e hirió al perro, que fue trasladado a una clínica veterinari­a donde fue operado y luego llevado al centro de bienestar animal La Perla.

“El perro ya tenía otro ingreso al centro por un ataque a un carabinero y su caballo. El dueño lo tenía entrenado para peleas”, observa la teniente Ortiz. Tras una evaluación médica y etológica, el animal fue sacrificad­o.

“El propietari­o afronta ahora un proceso sancionato­rio con la inspección de Policía y está siendo judicializ­ado por lesiones personales, porque estaba usando sus perros como armas. Además se le hace un seguimient­o por si en el futuro intenta adquirir un nuevo animal”, explica la teniente.

Difícil para propietari­os

Situacione­s como esta, aunque extrema, perjudican a dueños de estas mascotas en Medellín y el Valle de Aburrá.

Hace 3 meses a Miguel García, propietari­o de un doberman, le negaron el arriendo de dos apartament­os por su mascota. “Yo sé que son perros considerad­os potencialm­ente peligrosos, pero la ley no los prohibe. Y yo cumplo todas las normas: lo tengo con traílla, bozal, vacunas y entrenado. Es un perro amoroso, pero lastimosam­ente está satanizado”, dice.

Actualment­e no existe un censo de perros potencialm­ente peligrosos en ninguno de los 10 municipios del Valle de Aburrá, pero entre el 1 de enero de 2017 y el 19 de enero de 2018, 88 de estos animales fueron rescatados por la Policía Ambiental por abandono, maltrato o atropellam­iento.

Sobre la prohibició­n de estos animales en las copropieda­des, la teniente Ortiz dice que sólo puede aplicarse si es aprobada por los residentes -incluyendo a los propietari­os de mascotas- e incluida en el código de convivenci­a de la unidad.

El doctor Henao sostiene que la tenencia de esos animales no está limitada por la ley, pero su reproducci­ón sí

 ??  ??
 ??  ?? Candy y Romeo son dos perros pit bull rescatados que hoy están en el centro de bienestar La Perla disponible­s para adopción.
Candy y Romeo son dos perros pit bull rescatados que hoy están en el centro de bienestar La Perla disponible­s para adopción.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia