EPM, con mucha energía en 2018
La empresa paisa ejecutará un plan de inversiones de $4 billones este año. Repasamos los hitos de 2017.
Dos megaobras y un gran negocio encabezan la agenda de EPM este año. Poner en funcionamiento la primera unidad de generación de la central hidroeléctrica Ituango y la planta de tratamiento de aguas residuales de Bello. También quiere ser el principal distribuidor de gas en Colombia.
Por 20 años EPM ha estado interesado en el control de Gas Natural y en el arranque de este 2018 esa posibilidad tomó forma. A esto se suma el compromiso que tiene la empresa de encender, en diciembre, la primera unidad de generación de la central hidroélectrica Ituango, que será la más grande del país.
Pero, no menos ambiciosos son los objetivos en los negocios de acueducto y alcantarillado: poner en operación la planta de tratamiento de aguas residuales en Bello, por tardar en octubre, e impulsar la construcción de un embalse para abastacer la creciente demanda de agua en el Oriente antioqueño.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el gerente de EPM, Jorge Londoño De la Cuesta, anticipó algunos de los resultados del grupo empresarial en 2017, repasó las metas grandes y ambiciosas (megas) que deben lograrse de aquí al año 2025, entre las cuales se incluyen futuras compras de compañías grandes.
¿Cómo resume el resultado del año 2017?
“Fue un año positivo, pues el trabajo estuvo enfocado en los tres pilares de la sostenibilidad, es decir que nos ajustamos al cumplimiento de las metas ambientales, sociales y financieras. Las cifras económicas deben publicarse en marzo, pero podría anticipar que las utilidades estarán por encima de los dos billones de pesos, lo que se constituiría en un registro récord para la empresa. De este monto, lo que está acordado es que un 55 % se le traslade al Municipio de Medellín; es decir, 1,1 billones de pesos”.
¿Qué tan desafiante será este 2018?
“Los retos más importantes este año tienen que ver con la entrada en operación y funcionamiento de dos megaobras. Una es la planta de tratamiento de aguas residuales de Bello, que luego de Semana Santa (en abril) empezará a recibir agua a modo de prueba y como parte de la fase inicial de operación, en la que tarda unos seis meses en estabilizarse el sistema. Esperamos que eso ocurra entre septiembre y octubre. El segundo reto es la central hidroeléctrica Ituango, un proyecto de gene- ración de 2.400 megavatios, que encenderá una de ocho máquinas (300 megavatios) el primero de diciembre”.
¿Esa fecha es inamovible?
“Por EPM, sí. Todos los equipos están adquiridos, la financiación está conseguida, la ingeniería está desarrollada y los suministros están listos. Las dificultades vendrían de eventuales problemas que tengan que ver con permisos de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla). En nuestras proyecciones no contemplamos una fecha diferente al primero de diciembre de 2018, a las ocho de la mañana”.
Pero, ¿faltan licencias?
“No, pero podrían surgir nuevos requerimientos”.
Y, ¿en qué más habría dificultades?
“Las líneas de transmisión no las hace EPM. Eso está a cargo de Intercolombia, filial de ISA. Nosotros podemos tener la máquina lista y generar la energía, pero si no hay por donde evacuarla, pues no serviría de nada. También tenemos algún temor con el clima y todo indica que el primer semestre será muy lluvioso y eso podría entorpecer la ejecución de las obras” (ver Dicen de...).
A finales de 2017, EPM tomó un crédito de mil millones de dólares para Ituango, ¿falta más financiación?
“Esta es una obra con un costo total cercano a los 11,4 billones de pesos, por lo que está contemplado que de sus recursos EPM aporte un 40 % y el 60 % restante se consiga con el sistema financiero. Los mil millones de dólares que se consiguieron en diciembre están destinados al remate de las obras. Con ese préstamo quedó lista la financiación”.
En ese entorno complejo de requerimientos ambientales, ¿será Ituango la única central hidroeléctrica de esa magnitud en Colombia?
“Prevemos que el futuro de la generación de energía estará enfocado en proyectos pequeños, hidráulicos o no convencionales (eólicos o solares). Hacia allá va el futuro”.
Hace una semana EPM destapó su interés por controlar a Gas Natural, ¿que hay detrás de esa intención?
“Tenemos una mega y es que a 2025 EPM debe estar gene-
rando un Ebitda (utilidad antes de impuestos y demás) de 12,6 billones de pesos. Si el año pasado terminamos en 4,7 billones de pesos, la pregunta es: ¿de dónde vamos a sacar los otros 7,9 billones que nos faltan? En ese escenario tenemos claro que con la entrada en operación de Ituango y con el crecimiento que tendrán nuestros negocios sumaremos otros cuatro billones de pesos. Nos faltarían otros 3,9 billones que hoy en día no están en nuestras operaciones, es decir que hay que conseguir más operaciones. Es así como en el plan estratégico tenemos contempladas importantes adquisiciones de empresas y allí encaja Gas Natural, que nos permitiría estar en el mercado de Bogotá, que es el más importante del país”.
¿De qué orden sería esa transacción?
“Se sabe que Brookfield Infrastructure Group estima por el 100 % de Gas Natural un valor de unos tres billones de pesos. EPM no iría por el 100 %, pero si querría una posición dominante”.
Pero, ¿habría alguna restricción en el sentido de que EPM, tras la eventual compra de Gas Natural, quede atendiendo al 45 % de los usuarios de gas en el país?
“No hay restricciones ni topes como ocurre en el negocio de generación de energía, pero llevamos esa consulta ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) para que nos diga si hay algún problema”.
Con la planta de tratamiento de aguas residuales de Bello en operación, ¿queda listo el saneamiento del río Medellín?
“Con ese complejo estaremos tratando el 75 % de las aguas residuales del Valle de Aburrá y el río Medellín tendrá algunas condiciones de vida. Nos quedarían faltado, a futuro, sistemas de tratamiento de aguas residuales en Girardota y Barbosa para que toda el área metropolitana no le entregue residuos al río Medellín”.
Y, ¿cuál es el plan tras la compra de Empresas Públicas de Rionegro?
“Cuando se mira todo el sistema de provisión y tratamiento de aguas en los valles de Aburrá y San Nicolás en los próximos 40 o 50 años, es necesario entender la dinámica que tendrán esas zonas. La futura integración de los municipios de Rionegro, La Ceja, Marinilla, El Retiro, Guarne y Carmen de
Viboral, multiplicará el número de habitantes. En ese contexto hay que tener claro que el embalse de La Fe responde por el 50 % del agua que se consume en Medellín y la represa de Riogrande por el otro 50 %, pero la capacidad de Riogrande es diez veces superior a la de La Fe. Así que con el desarrollo del Oriente habrá que aumentar el suministro de agua para esa zona desde La Fe y por eso estamos reconvirtiendo nuestra infraestructura de acueducto, para que Riogrande abastezca una porción cerca al 70 % de Medellín y que La Fe baje de 50 % a 30 %”.
¿Esa reconversión será suficiente para asegurar el suministro de agua?
“Si el crecimiento poblacional del Oriente es elevado, a futuro habrá que construir otro embalse por los lados de La Ceja, para que el sistema nos quede completo”.
Exactamente, ¿dónde se ubicaría ese embalse y con cuáles fuentes se surtiría?
“Las fuentes que hoy surten al embalse de La Fe no son suficientes para atender la demanda y tenemos que bombear agua para abastecerlo. A futuro eso no podrá seguir
siendo así, por lo que en el sur de La Ceja ya tenemos identificadas unas áreas en las que podría desarrollarse un embalse con la altura y con las condiciones necesarias para atender esa futura mayor demanda. Ese proyecto lo conocemos como el embalse de El Guaico, que aprovecharía las aguas de los ríos Buey y Piedras”.
¿Cómo les va a las filiales de EPM?
“Las filiales, tanto nacionales como internacionales, han representado para EPM tasas internas de retorno cercanas al 17 % en su conjunto, pero hay unas a las que les ha ido mejor que a otras. Les va bien a las que están en el negocio de distribución de energía: Essa en Santander, Chec en Caldas, Edeq en Quindío, EEGSA en Guatemala y Delsur en El Salvador. Pero no han dado los resultados esperados las empresas de generación de energía por fuera de Colombia; es decir, HET en Panamá y el parque eólico Los Cururos en Chile”.
¿Se contempla una posible desinversión o venta?
“Aquí habría que ver si vender genera más rentabilidad que mantener esa operación, pero obviamente estaremos siempre pendientes de si esa ecuación se presenta”.
¿Qué contiene el plan de inversiones 2018?
“Básicamente será cercano a los cuatro billones de pesos, de los cuales cerca de 1,5 billones estarán destinados a Ituango, otro billón de pesos irá a todo el sistema de agua y saneamiento y cerca de otros 1,5 billones están asignados a todas nuestras redes de distribución de energía”