POLÍTICA EXTERIOR: EE.UU. AISLADO

En política exterior, Estados Unidos da la impresión de haberse convertido en una nación aislada de las principales tendencias internacionales, que constantemente incurre en bravuconadas, y que de alguna manera suscita el interrogante: ¿está el país más poderoso del globo gobernado por un demente? La pregunta es cada vez más reiterada entre sus críticos. Pero visto con lupa, lo que se descubre es un balance contradictorio. Entre las principales acciones de Trump para mencionar, Viano advierte que “desde su campaña propuso literalmente aislar a Estados Unidos del mundo: construir una muralla en la frontera con México; no participar en pactos globales como el de la lucha contra el cambio climático de París; anular los acuerdos comerciales que Obama había negociado en Asia; renegociar el Nafta, TLC con México y Canadá; y distanciarse de la OTAN acusando a sus socios europeos de no aportar lo suficiente; entonces el país no reconoce la globalización y en muchos casos per- dió instancias en las que EE.UU. tenía posición predominante”. En efecto, Trump se retiró de dinámicas de cooperación, bajo la consigna de “el país primero”. Pero de otra parte se contradijo. Mientras que prometió poner en cintura a los chinos, al final terminó sucumbiendo ante su efectiva diplomacia de “cooperación estratégica”, impulsada por Xi Jinping. Mientras que desprecia el papel de la globalización, interviene en Twitter y ONU apoyando las protestas en Irán; mientras que asegura que durante su mandato lograría llevar a palestinos e israelíes a un entendimiento con una mediación imparcial, claramente se puso al lado de Israel al reconocer de facto a Jerusalén como su capital. Por último, no se debe olvidar que advirtió que tendría más resultado con un enfoque asertivo, pero en días recientes, mientras que alardeaba en Twitter tener un “botón nuclear más grande”, las dos Coreas se mostraban diplomáticas por su cuenta, con un cálculo político distinto. EE.UU. se aisló solo.