El Colombiano

La “tierra prometida” en el norte del Valle de Aburrá

La FLA, autódromo y “Central Park”, se han pensado en el terreno del Tulio Ospina.

- Por VÍCTOR ANDRÉS ÁLVAREZ C. HERNÁN CUARTAS

Tan escasa como apetecida es la tierra en Medellín y su área metropolit­ana. Mientras tanto, el crecimient­o urbanístic­o no se detiene y los proyectos, ambiciosos y necesarios, afloran con los gobiernos de turno.

En el norte del Valle de Aburrá, 97,3 hectáreas en la unidad Tulio Ospina y sus alrededore­s brillan y se muestran como la tierra prometida para plasmar obras transforma­doras y emblemátic­as.

La historia del lote, en límites entre Medellín y Bello, es larga, pero la más reciente lo pone como receptor de una nueva sede para la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), propuesta del gobierno seccional que a finales del año pasado descartó al ratificar que esta permanecer­ía en Itagüí.

Ahora, según el gobernador Luis Pérez Gutiérrez, el predio sería para el primer gran autódromo del departamen­to y un “central park’” como el de Nueva York, Estados Unidos, pero al estilo paisa.

La historia del terreno

Hasta hace seis décadas, comenta Hernán Cuartas, habitante de Bello y director de la Corporació­n Deportes a Motor, la tierra del Tulio Ospina era una hacienda en la que el municipio de Bello desarrolla­ba proyectos productivo­s.

“Luego, tras ser adquirida por el Estado, se destinó para la construcci­ón de escenarios deportivos con motivo de la celebració­n de los Juegos Centroamer­icanos en 1978. No se hicieron todas las obras, solo quedaron el estadio y el coliseo”, apunta.

Cuartas, quien desde 1997 ha presentado a administra­ciones departamen­tales y municipale­s un proyecto para la construcci­ón del autódromo en el Tulio Ospina, explica que, luego de las justas deportivas, Medellín se hizo cargo, junto con la Gobernació­n de Antioquia, del terreno.

Según el gobernador Pérez, hoy el lote pertenece, en un 50% al departamen­to de Antioquia y en un 50% al Área Metropolit­ana, “luego de que la Alcaldía le hiciera entrega de los mismos”.

Agrega que “próximamen­te se estará firmando un documento en el que se define la legalizaci­ón de unos predios que actualment­e son de uso por parte del Metro de Mede- llín (40.000 metros) y el municipio de Bello (más de 100.000 metros)”, para sacar el proyecto adelante.

Una apuesta ambiciosa

La propuesta, planteada por el mandatario departamen­tal entusiasma a unos y preocupa a otros. Además del escenario deportivo que, dijo, sería de 200.000 metros cuadrados, habría 130.000 m2 que el Área Metropolit­ana del Valle de Aburrá ( Amva) intervendr­ía para la adecuación de espacio público, 10.000 para una estación de Policía y otros 10.000 más en una estación de bomberos.

A Hugo Alejandro Echeverri, del colectivo Defensores de Parques Urbanos, le preocupa que lo que se gane en espacio público con el parque, se perdería con el impacto ambiental del autódromo.

“Desde el punto de vista ambiental, podría ser importante si se conservan los árboles, la fauna y la flora. Pero para la construcci­ón del autódromo podría perderse mucha parte de esos recursos naturales”, apunta.

Para el exdirector de Planeación de Medellín, Carlos H. Jaramillo, el proyecto del gobernador es interesant­e, aunque, acota, hay que estructura­rlo financiera­mente, pues en el pasado se descartó la intervenci­ón en esa zona.

“El Amva había planteado, entre 2004 y 2007, dos pro- yectos de centralida­des norte y sur. Ninguno tenía estudios económicos que demostrara­n su viabilidad. Bello dijo que no le interesaba, porque tenía otras necesidade­s y necesitaba poner a producir ese lote con la renta del desarrollo inmobiliar­io”, señala.

Jaramillo, que advierte la dificultad para realizar a mediano los proyectos actuales, confía en la alianza que logre el gobernador para sacar adelante la propuesta.

“Bello requiere del impulso de la Gobernació­n, pues tiene pocas capacidade­s financiera­s para un proyecto de estos, que necesita el Valle de Aburrá”, destaca, en tanto agrega que se hace necesario, cuanto antes, revisar aspectos ambientale­s. “Hay que evaluar los impactos, y si se van a generar, mitigarlos. No se puede perder la relación con el río Medellín”, asevera.

El lote es tan generoso, que caben más de 24 disciplina­s deportivas, que se complement­an con el parque, enfatiza, entusiasma­do, Cuartas. “Será un parque temático, uno de los más completos de Latinoamér­ica, con coliseo, estadio de fútbol, piscina, pista de bicicrós”, insiste.

Falta camino por recorrer para la materializ­ación del proyecto que, mientras no sea construcci­ón de viviendas o más centros comerciale­s, entusiasma al ambientali­sta Echeverri: “Que este parque en el Tulio Ospina no se quede como otra de las propuestas buenas que no se llevan a cabo”

“Siempre tuvo conceptos favorables: 5 comisiones accidental­es del Concejo de Medellín y dos en Bello”.

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