Tras las huellas de un belga en suelo paisa
La idea de construir un palacio se volvió una herencia arquitectónica. ¿Qué hizo Agustín Goovaerts?
Si alguna vez usted ha querido comprar un par de zapatos deportivos, de seguro le han recomendado ir al “Palacio”. O si ha pasado por la Plazuela de las Esculturas, quizás se ha topado con una edificación ajedrezada que parece sacada de un cuento de fantasía.
¿Las ha visto? Entre estas dos edificaciones hay mucho en común: además de estar conectadas por una de las vías principales de la ciudad, Carabobo, ambas son palacios y fueron imaginadas por el mismo artista.
El Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe y el Palacio Nacional son dos de las obras más representativas de Agustín Goovaerts, uno de los arquitectos más representativos de los años 20 de la creciente Medellín.
Pero ¿sabía usted que tiene en su lista más de 100 obras arquitectónicas? ¿Conoce otras? Les compartimos algunas.
Su llegada
“El Sr. Gobernador comisiona al Dr. Ed Champeau para que contrate, un arquitecto francés. Puede contratarlo para que venga a esta ciudad, haga el estudio del terreno, de los materiales de que se dispone, de la capacidad de los obreros, de las necesidades del Departamento, y con todos estos datos acopiados volverá a Francia a construir los planos y entregarlos con todos los detalles, de manera que uno de los constructores de Medellín pueda ejecutar la obra”.
Así consignaba la edición de EL COLOMBIANO, del 20 de febrero de 1916, el interés de un gobierno departamental, en tener un palacio, no un edificio, un palacio digno de la creciente Medellín, industrial y textil.
Era además un interés particular en que fuera un europeo y con formación conservadora, pues así lo requería la élite de la época, según explica Luis Fernando González, docente de la Universidad Nacio- hijas tuvo Goovaerts con su esposa Jeanne M. Desmet, cuando vivió en Medellín. sería el año en que llegó a Medellín y además enseñaría en la Facultad de Minas.
nal, sede Medellín.
Llegaría entonces un joven, no francés, pero sí belga, quien además de diseñar el Palacio de Gobierno, actual Palacio de Cultura Rafael Uribe Uribe, terminó por dejar su huella en más de 100 elementos arquitectónicos del departamento, entre edificios públicos y privados, monumentos, puentes y restauraciones.
“Pedro Nel Gómez, el mandatario departamental de ese entonces, se encontraba de viaje en Europa y contactó primero a un arquitecto que no pudo llegar por efectos de la guerra”, comenta González.
Luego contactaría a Goovaerts y su contratación no solo sería para diseñar y construir el palacio, “sino para dirigir la oficina de arquitectura del departamento. Ahí comenzaría una actividad muy febril en la construcción, no solo en Medellín sino en muchos municipios de Antioquia”, agrega el experto.
Según referencia Martha Vélez White, en su texto Agustín Goovaerts y la arquitectura en Medellín, este profesional nació en Bruselas en 1885 y se formó como arquitecto en la Escuela San Lucas, institución que además le otorgó un reconocimiento: Primer Premio de Arquitectura en 1905.
La bella Villa
A Medellín llegaría en marzo de 1920, cuando este era un territorio que comenzaba a evidenciar el cambio de una pequeña villa a una ciudad impulsada por la industria y el comercio.
Luis Fernando Arbeláez, arquitecto y urbanista, resalta ese momento histórico como aquel en el que se empezaron a consolidar una serie de obras públicas que daban indicio del cambio de Medellín en una gran ciudad.
“Los palacios, el Edificio Gonzalo Mejía, con su Teatro Junín y Hotel Europa, las iglesias de La América y El Sagrado Corazón, entre otras obras, son una serie de arquitectura de gran formato, que empezaron a señalar hitos en la historia y dinámicas de los barrios y plazas de la ciudad”, destaca Arbeláez.
Por otra parte, de acuerdo con González, aunque en Medellín ya se estaban gestando obras significativas, como el caso de la Catedral Metropolitana, la llegada de Goovaerts significó la consolidación de un momento en la arquitectura de la ciudad.
Al estilo Goovaerts
Además de las obras mencionadas, la creatividad y estilo de Goovaerts están impresos en muchos referentes de la ciudad.
Algunos de ellos son la antigua Escuela de Derecho y la Facultad de Medicina, ambas de la Universidad de Antioquia. La última tiene declaratoria como Bien de Interés Cultural Nacional, de la misma institución.
La capilla del Cementerio
San Pedro, algunos monumentos funerarios ubicados allí, la capilla del Hospital San Vicente de Paúl y uno de sus pabellones, y el asilo de ancianos (San Juan con Niquitao), son otras obras que han sobrevivido al avance del progreso urbano.
La lista continúa, aunque muchas de sus creaciones ya no sean visibles. Una de las más representativas, por ejemplo, era la cárcel La Ladera, lugar donde actualmente hay un Parque Biblioteca que lleva el mismo nombre. O el Edificio Calpe, donde también funcionó la administración municipal.
Pero no solo sería Medellín la ciudad de sus creaciones. Al ocupar el cargo de arquitecto