EL MARCAPASOS DE LUZ MARINA ÚSUGA
Soy una de las afortunadas que tuvo la oportunidad de seguir disfrutando de la vida gracias a las bondades de la tecnología y la ciencia. En el año 2001 me realizaron una cirugía a corazón abierto debido a un problema cardíaco que tenía desde que nací, y dado que ya llevaba muchos años con dicho problema, mi corazón no logró funcionar bien después de la cirugía. Por esto, me implantaron un marcapasos para que mi corazón pudiera latir normalmente. Mi cuerpo y mi corazón lo recibieron bien desde el momento del implante. En el año 2012 reemplazaron mi marcapasos original ya que la batería se estaba agotando… ahora tengo uno mucho más moderno. Desde que lo tengo, visitó al electrofisiólogo cada año, quien lo revisa y lo reprograma si es necesario debido a que mi corazón depende totalmente del marcapasos para poder funcionar. Es en estas visitas donde realmente lo siento porque durante la revisión cambian los niveles de latidos, desde los más bajitos que me hacen marear hasta los más altos en los que siento que mi corazón se me va a salir del cuerpo. Pero una vez reprogramado, todo sigue funcionado a la perfección. El doctor Reynolds no se alcanza a imaginar cuántas vidas ha mejorado y transformado gracias a su inteligencia y a su maravilloso invento. Literalmente a él le debo la vida, ya que como mencioné, mi corazón no funcionaría sin un marcapasos, y muy seguramente hubiera tenido demasiados problemas físicos o no estaría ya en este mundo.