Que no lo “cañen” con promesas
Existen límites a los que puede llegar un congresista en sus competencias, que como candidato no se explican.
En época de campaña, aspirantes al Congreso, a veces, se exceden en ofrecimientos que sobrepasan sus competencias. Le ayudamos a identificarlos.
Al escuchar hablar de “promesas de político en campaña”, se entiende por argot popular que se está refiriendo a cosas difíciles, sino imposibles, de cumplir.
Pues bien, como no es de extrañarse, a tres semanas de las elecciones, medios de comunicación, redes sociales, plazas públicas y el infaltable voz a voz se han llenado con candidatos y sus promesas de cara a una eventual llegada al Congreso de la República o la Presidencia.
¡Que no lo cañen! estas son algunas de las propuestas que seguramente habrá escuchado y que pasarán cuatro años sin ver la luz.
Proceso de paz
“Hacer trizas el acuerdo” se ha convertido de expresión coloquial a promesa de campaña para muchos candidatos de bancadas cercanas al No, como es el Centro Democrático o los conservadores. Sin embargo, estas promesas no pueden ignorar las competencias del Estado.
Para Juan Manuel Charry, experto constitucional, es imposible poner en práctica esta frase dicha originalmente por el exministro Fernando Londoño en una convención uribista.
“La expresión trizas es exagerada, el acuerdo es un hecho y fue denominado constitucionalmente como una política de Estado. Por tanto, lo que podría hacerse es cambiar la política misma”, recalcó.
Para Charry, no existe potestad en un solo legislador para hacerlo y se requiere una mayoría. Aún así, no hay garantías: “Esa discusión es más jurídica que política. Con las mayorías, se podría dar una revisión de legalidad, pero no hacerlos trizas. Más bien implementarlo en una dirección distinta”.
Obras son amores
Las correrías por los pueblos por parte de aspirantes al Senado suelen acompañarse de las maquinarias locales que los avalan. En plaza pública, las obras que necesita la comunidad –un puesto de salud, un colegio o una vía– suelen entrar en la prosa política.
Sin embargo, esta competencia excede a las capacidades del legislativo y prometerlo sería inexacto.
“Eso le compromete es al poder ejecutivo, en ese caso lo que están haciendo es prometer que se va a presionar al Gobierno central y eso no es presentable”, explicó Cristian Rojas, jefe del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana.
Para el docente, tampoco es aceptable que el legislativo se involucre en la gestión de las alcaldías y gobernaciones, y por tanto, no debería comprometerse sus recursos.
“Un congresista que proponga una reforma a la salud, eso excede las competencias y corresponde a los Gobiernos, pero no tiene tanto de falso, porque existen las competencias legislativas, y podrían querer sacar adelante una ley”.
Sin muchas capacidades
En ese mismo sentido, temas que se encuentran atados a regulaciones económicas internacionales como rebajas en el precio de la gasolina o
facilidades en la importación, superan las capacidades de un solo legislador.
Es más, ni siquiera en temas de bancadas ha sido sencillo impulsar reformas tributarias que impliquen rebajas y las que se pueden conseguir, responden a políticas administrativas locales.
Religión
Temas íntimamente relacionados al sentir religioso católico del colombiano, como los derechos de la población Lgbti, aborto o eutanasia, han llegado a la palestra pública por quienes pasan del altar (como pastores o líderes religiosos) a la campaña.
En ese sentido, Charry recalcó que existen un blindaje constitucional sobre ciertos derechos adquiridos de la comunidad Lgbti, incluyendo las órdenes de la Corte Constitucional frente a casos como Sergio Urrego, estudiante que terminó con su vida por causas de matoneo por su condición homosexual.
“Ellos solo podrían plantear iniciativas que no vayan en contra de la Corte Constitucional, que son los que fijan las competencias. Solo si se trata de una sentencia de vicios de procedimiento, podrían volver a abarcarla. Un congresista no puede proponer algo que es inconstitucional o no debería porque correría el riesgo de no llegar a ninguna parte”, concluyó
“En Colombia hay dos agendas en Campaña: una pragmática de lo posible y otra de lo soñado”. ENRIQUE SERRANO Politólogo y analista