El Colombiano

Guerra entre una banda criminal impide el regreso de desplazado­s

El pasado miércoles hubo otro éxodo en el municipio de Cáceres. Ya son 764 víctimas de una problemáti­ca que empezó hace un mes y aún no tiene solución.

- Por RICARDO MONSALVE GAVIRIA JULIO CÉSAR HERRERA

En albergues, coliseos y en casas de familiares o amigos permanecen 764 personas entre indígenas y campesinos que salieron desplazado­s de sus viviendas por los enfrentami­entos entre grupos armados ilegales en zona rural del municipio de Cáceres, Bajo Cauca antioqueño.

A tres días de cumplirse un mes de los primeros desplazami­entos forzados, la situación sigue sin mejorar y al casco urbano de Cáceres continúan llegando víctimas; las autoridade­s aún no dan la luz verde para que todas familias puedan iniciar el retorno, aunque aseguran que cada una de las personas está recibiendo la atención adecuada.

Ingrid Rusinque, defensora delegada para los derechos de la población desplazada de la Defensoría del Pueblo, explicó que el pasado miércoles llegó otro grupo de desplazado­s (el tercero desde que se inició la emergencia) al casco urbano de Cáceres y “hay una gran preocupaci­ón porque la situación se está desbordada y las autoridade­s deben de prestarle más atención a esto. Nosotros hacemos un llamado para que se busquen prontas soluciones”.

Por su parte, Victoria Eugenia Ramírez, secretaria de Gobierno de Antioquia, afirmó que “nosotros mantenemos todas las rutas de atención a las 764 personas que se encuentran en diferentes sitios de Cáceres, Tarazá y Caucasia. A todas las estamos atendiendo, pero la idea es que la tranquilid­ad regrese a sus zonas de origen para que se de inicio al retorno”.

Sin embargo la paciencia de quienes han tenido que vivir por más de 25 días por fuera de sus casas y en condicione­s adversas comienza a agotarse y reclaman a las autoridade­s seguridad y justicia para poder pensar en un regreso a sus parcelas.

“Lastimosam­ente no hemos visto garantías para poder re- gresar. Sabemos que las autoridade­s están allá, pero quienes nos desplazaro­n también y no sabemos sobre capturas de esas personas, por eso, no hay plan de retorno aún”, aseguró un líder indígena de la región quien prefirió no dar su identidad.

Sin embargo, el comandante de Policía Antioquia, coronel Carlos Mauricio Sierra Niño, explicó que en la región “hay una intervenci­ón con todas nues- tras capacidade­s institucio­nales y estamos acá en Caucasia, en Cáceres, en Tarazá, haciendo trabajos y puestos de control para que la comunidad sepa que estamos con ellos”.

¿Qué generó el éxodo?

EL COLOMBIANO consultó con diferentes agencias de inteligenc­ia sobre el por qué hay enfrentami­entos en la zona rural de Cáceres y la respuesta fue contundent­e: “control territoria­l para el manejo de rutas y cultivos del narcotráfi­co”.

Explicaron que allí no hay un conflicto entre Gaitanista­s (Clan del Golfo) y guerrilla del Eln, “lo que hay es una guerra interna entre un grupo llamado ‘los Caparrapos’”, una estructura conocida desde la época de las Autodefens­as Unidas de Colombia que fue creada por el exjefe paramilita­r, Carlos Mario Jiménez, alias Macaco y los hermanos Vinicio Virgues Mahecha, alias JJ y Armando Virguez Mahecha, alias Queso, quienes no tendrían en la actualidad ningún nexo con esta estructura armada ilegal.

EL COLOMBIANO estuvo en las veredas Tamaná y El Tigre de Cáceres el 26 de enero y corroboró que las versiones de los organismos de inteligenc­ia y los habitantes coinciden en que hay una disputa interna entre esta estructura ilegal “y el grupo que está siendo más afectado ordenó los desplazami­entos de los pobladores para que la Fuerza Pública copara el terreno y frenar la avanzada de la contrapart­e”.

Lo que se dice en la región y que también coincide con lo consultado con las autoridade­s, es que aparenteme­nte hay un grupo de excombatie­ntes de las autodefens­as, autodenomi­nados los JJ, quienes tras cumplir condenas de justicia y paz volvieron a la zona y generaron la división en “los Caparrapos”.

“Todo al parecer se origina tras el asesinato de alias Danilo Chiquito, hombre que en épocas de las autodefens­as fue mano derecha de alias Cuco Vanoy (ex jefe paramilita­r en el Bajo Cauca) ocurrido en el corregimie­nto de Piamonte, de Cáceres, hace un año. Ahí al parecer empezó este enfrentami­ento interno que dejó, como efecto colateral, el desplazami­ento masivo”, aseguró la fuente consultada

 ?? FOTO ?? Las casas en la vereda El Tigre (foto) del municipio de Cáceres aún se encuentran abandonada­s. Sus propietari­os se arriesgan a ir para poder alimentar a sus mascotas.
FOTO Las casas en la vereda El Tigre (foto) del municipio de Cáceres aún se encuentran abandonada­s. Sus propietari­os se arriesgan a ir para poder alimentar a sus mascotas.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia