UNA BATALLA DECISIVA
A las hijas de una amiga mía en Bogotá, las devolvieron de su elegante colegio capitalino para su casa este pasado miércoles de ceniza, por llevar en su frente la señal de la penitencia que nos enseña la Iglesia.
El mismo miércoles por la tarde, estábamos reunidos en familia, cuando llegó del colegio Emilio, mi nieto de tres añitos, con su cruz bien chantada en su frente.
--¿Qué te pasó en la frente, Emilio?
--“Este es el sellito de papito Dios”. Dijo el niño muy serio y orgulloso.
Esa es la diferencia de la cultura que aprenden nuestros hijos y nietos formados en colegios acordes con nuestras tradiciones católicas y cristianas que como Cumbres cumplen su trascendental tarea.
Otros en cambio se comportan como les enseñan los minoritarios laicos que como
Sergio Fajardo quitó las capillas de la alcaldía de Medellín y de la gobernación en sus dos nefastas administraciones cuando pasó por ellas dizque para respetar las minorías de otras religiones de este país.
Ahora que acaba de pasar el aniversario 198 de la Batalla de Chorros Blancos y que fue festejada con tanta pompa por la Asamblea Departamental y la Gobernación de Antioquia, sentimos un gran orgullo de que nuestras autoridades y corporaciones sientan ese sentimiento de gratitud y reconocimiento por los héroes que defendieron nuestra independencia de España.
Desde pequeños nos enseñaron a festejar el 20 de julio de 1810 como el día del Grito de Independencia y el 7 de agosto de 1819 como la Batalla de Boyacá, pero no nos enseñaron que aún después de la Batalla de Boyacá, los españoles seguían gobernando en nuestras tierras. En Antioquia había gobernador español:
Carlos Tolrá; en el sur: Pasto y Popayán, había gobierno y fuerzas españolas y en Cartagena estaban el virrey Sámano y los ejércitos de Morillo.
José María Córdova, un joven teniente coronel del Ejército vencedor de Bolívar en Boyacá, recibe del Libertador la orden de libertar a su Provincia Antioquia y para ello lo nombra gobernador civil y militar de Antioquia. Estando en Rionegro, se entera Córdova de la invasión de las tropas de Sámano, comandadas por Francisco Warleta que vienen por el norte y con sus oficiales y soldados derrota a Warleta y sus fusileros y los hace huir hasta el Magdalena.
No hubo bombas, ni gran mortandad de soldados, ni tierra arrasada, pero en Chorros Blancos se atajó la conexión de los ejércitos españoles del Virrey con los del sur y su posterior derrota en Cartagena. Eso fue lo que celebramos el 12 de febrero, día que por ordenanza 42 de nuestra duma del año 2006 es día cívico en Antioquia. Estamos Pensando en Grande. Bien por la Asamblea.
Ñapa: La gratitud es una virtud muy escasa, pero sin la historia no sabemos lo que debemos agradecer. Por eso es tan importante la nueva ley que le demos al actual Congreso y a doña Vivian Mo
rales. Hay que enseñar historia patria obligatoriamente y rendirle homenaje a nuestros héroes. Honor al valor del general José María Córdova en Chorros Blancos
No nos enseñaron que aún después de la Batalla de Boyacá, los españoles seguían gobernando en nuestras tierras.