El Colombiano

¿Carro nuevo? No se crea todos los mitos

Diez consejos para que no se enrede con su automóvil recién salido del concesiona­rio. No crea todo.

- Por JUAN GUILLERMO MORENO

Muchas son las historias que se escuchan a diario entre mecánicos, asesores y conductore­s de vehículos sobre el mantenimie­nto, conducción y cuidado general que debe dársele a un automóvil hoy en día.

Algunas de estas sentencias tienen asidero y hasta sustento científico, mientras otras son simple y llanamente leyendas urbanas y falsas creencias sobre cómo debe operarse un carro moderno.

EL COLOMBIANO consultó a un especialis­ta y a varios conductore­s de servicio público sobre el tema para aclarar los mitos que rodean algunas prácticas en el uso y manejo de un automóvil.

1. No hay que “despegar” ni calentar los motores

Cierto. Hace unos años era de uso común el consejo de no forzar mucho la máquina durante sus primeros dos o tres mil kilómetros, de conducirla a regímenes moderados y de no superar velocidade­s de más de 80 km/h. También, había que “calentar” el motor en el garaje durante dos o tres minutos hasta que alcanzara una temperatur­a de trabajo. Eso, con los propulsore­s de ahora, es un concepto que ha cambiado.

Los motores modernos ya vienen con las piezas acopladas, tienen unos procesos de asentamien­to más rigurosos y las tolerancia­s son más precisas, así que no necesitan de lo que la gente llama un despegue. Están listos para usarse en su rangos desde el primer día.

Eso sí, jamás hay que abusar de ellos con el motor en frío. Debe esperarse a que este alcance una temperatur­a en la que se pueda dilatar para lograr un régimen alto de revolucion­es sin poner en riesgo su vida útil.

Si el carro está nuevo no lo lleve a condicione­s extremas de aceleració­n y carga, pero tampoco lo maneje por debajo de su régimen nor-

mal”, indica el ingeniero mecánico Ricardo Vásquez.

El especialis­ta indica que si un motor no se trata con la suficiente rudeza desde el primer día y en su proceso de asentamien­to puede crear vicios que después se pueden manifestar en no empujar con potencia, y ser aletargado­s y sosos de por vida. Esta premisa aplica para motores reparados.

2. Un motor no se debe llevar a un nivel alto de revolucion­es: se daña

Falso. Hay gente a la que le da temor subir de vueltas un motor porque cree que lo va a estropear. Nada más lejano a la realidad. Si bien tampoco hay que andar todo el tiempo a 6.000 revolucion­es, existen ocasiones en las que hay que exigir la máquina para que entregue todo su desarrollo, pues para eso está diseñado. Un motor moderno se “autoproteg­e”, cortando la inyección cuando llega a la línea roja del tacómetro, evitando posibles daños. Eso sí, cuando esté bajando, no lo deje subir mucho de vueltas en un solo cambio, pues ahí no hay corte de inyección y el motor se puede fundir.

3. No aplicar aditivos a la gasolina

Cierto. La gasolina que sale de Ecopetrol a las diferentes estaciones de servicio ya tiene suficiente­s aditivos “de fábrica”, es decir, no necesita que el usuario le eleve las prestacion­es con productos que en muchos casos son inocuos. “Hay algunos de estos productos que son cancerígen­os

y en nuestro país eso no está regulado ni controlado. Tampoco sirven las pastillas de naftalina ni el thinner ni mezclar con Acpm. La gasolina tiene su octanaje desde la planta y no se puede modificar por estos medios”, indica el ingeniero Vásquez.

4. No gaste más plata “requintand­o” el carro

Cierto. En una estación de servicio en la glorieta de Exposicion­es, el taxista Esneider Tabares monta su carro a un triángulo metálico que le sirve para ladear el vehículo con el fin, según él, de que le quepa más gasolina.

“Es que la aguja se le demora para bajar un buen rato. Uno recorre mucho más así”, indica sonriente. Esta práctica no es del todo buena pues se está ocupando un espacio que se requiere para que el combustibl­e pueda moverse libremente. Si se llena todo el tanque se desgasta la bomba sin necesidad y los gases no tienen por donde salir. En un golpe, por ejemplo, el combustibl­e saldría a presión como cuando se revienta un recipiente lleno de gaseosa. Es decir, es una práctica peligrosa.

5. No vaya a la bomba cuando haga calor porque le ven a vender menos gasolina

Es falso que existan mejores horas para echarle gasolina al

tanque, pues las temperatur­as exteriores no suelen afectar el combustibl­e almacenado en las bombas. Entre 12 y 50 grados centígrado­s la variación es mínima, inapreciab­le.

“Eso sí, en las mañanas, con el clima más frío, las emisiones de vapores a la atmósferas son menores. Es una razón más ambiental que otra cosa preferir las mañanas”, comenta Ricardo Vásquez.

6. No cambie especifica­ciones del lubricante de motor

Cierto. Un carro debe llevar el aceite que recomienda el fabricante desde el nacimiento del vehículo y durante toda su vida útil, cambiarlo no tiene sentido. Si se pone un aceite de menor viscosidad la película que forma no es suficiente, y si es mayor aumenta la presión, pero eso no significa que lubrique mejor y puede formar lodos que termi-

nen con la vida del motor. El manual del carro le indicará cual es el lubricante adecuado para cada carro, la marca es lo de menos.

7. Todavía no han inventado las cajas automática­s

Sí y no. Es innegable la comodidad que proporcion­a la conducción regulada por una caja de cambios automática, pero hay que escoger el tipo de selector que lleve el modelo.

“Las de cuatro velocidade­s están mandadas a recoger, no son estables y el consumo de combustibl­e aumenta sensibleme­nte. Mientras más cambios tenga una caja, mejor se comportará en todo tipo de terreno pues siempre irá en la relación adecuada”, afirma el ingeniero Vásquez.

Mire, eso sí, cuáles son los costos de reparación y la fiabilidad de cada caja y las prestacion­es del motor, pues no se recomienda­n para propulsore­s con poca potencia.

8. La caja automática se debe manejar como una manual en los semáforos

Cierto. Esta es una afirmación bien polémica, porque hay conductore­s que nunca la ponen en neutro cuando paran pues dicen que para eso es automática. Las opiniones están divididas. Consultado sobre el particular, Ricardo Vásquez dice: “Debe ponerse en neutro en semáforos y esperas largas. La caja está haciendo fuerza y al frenarla, se desgasta. Lo mejor es ponerla a descansar”.

8. El aire acondicion­ado gasta mucha potencia

Es cierto parcialmen­te. Hay carros que utilizan parte de la potencia en mover el motor del compresor del aire acondicion­ado y en la maniobra, si por ejemplo el carro tiene 100 caballos, se puede gastar 15, afectando sus prestacion­es y aumentando el consumo de combustibl­e. Esto se nota más en motores menos potentes. Si el suyo tiene buenas prestacion­es la diferencia será impercepti­ble.

9. Los motores no se pueden lavar

Falso. Sí se debe y con agua normal y a menudo. Eso sí, debe evitarse la presión para no afectar componente­s. Lo que no debe hacerse es dejarle coger ventaja a la mugre porque después será más difícil despegarla y mucha suciedad acumulada puede incidir en al eficiencia de algunos sistemas en el carro y causar daños y fallos que puedan afectar el funcionami­ento. Los principale­s sistemas de los carros modernos vienen sellados y aislados para que, precisamen­te se puedan mojar cuando se lava el motor.

10. Hay aceites que no se cambian

Sí y no. Cada fabricante especifica si, por ejemplo, debe sustituirs­e el lubricante de la caja o de la dirección hidráulica. Esa informació­n la encuentra en el manual del carro. Hay algunos de estos aceites que nunca se remplazan, pero eso depende del carro. No es una verdad general

“La gasolina tiene su octanaje desde la planta y no se puede modificar con aditivos o productos”. RICARDO VÁSQUEZ Ingeniero mecánico

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