LA FUNDACIÓN DE MEDELLÍN (1)

A propósito de la posibilidad de volver a las clases de historia, abogo por la necesidad de conocer sobre la historia y geografía locales. Por esta razón, aprovecharé este espacio para tratar de recordar acontecimientos importantes de nuestra historia y destacar nuestra geografía, temas necesarios para la identidad y el ejercicio de una ciudadanía activa y responsable.

Medellín no tuvo un acto fundacional como tal. Aquí no sucedió, como en otros lugares, que una persona señala un pedazo de tierra y dice “aquí vamos a levantar un pueblo”. No fue Jerónimo

Luis Tejelo, como algunos creen. Tejelo solo descubrió el Valle de Aburrá el 24 de agosto de 1541. Según la historia, fue el primer español que puso sus ojos sobre esta tierra. Pero no fundó nada. Lo único que hizo fue llamar al lugar Valle de San Bartolomé de los Alcázares. Los aborígenes lo llamaban Aná.

Como tal, el acto fundacional de Medellín duró poco más de 4 años debido a la lentitud de las comunicaciones de aquella época. Todo comenzó el 20 de marzo de 1671 cuando el gobernador de la entonces llamada provincia de Antioquia, Francisco Mon-

toya y Salazar, decretó la fundación de la “villa” en el sitio Aná, con el nombre “Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Aná”. Dos días después los pregones del esclavo Mateo despertaron a los entonces 700 habitantes, anunciándoles que ya no habitaban en un simple “poblado”, sino que ahora vivían en una flamante “villa”. La noticia fue a España y regresó aprobada 4 años y 7 meses después, el 14 de octubre de 1675, en forma de Real Cédula fechada el 22 de noviembre de 1674, y firmada por la reina María Ana de Aus

tria, la misma que aparece en el espejo de Las Meninas, de Velázquez. El nombre sancionado era “Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín”. Don Pedro Portocarrero y Luna, que era conde de Medellín, ciudad de Extremadura, abogó para cambiarnos el nombre. Hoy podríamos vivir en la ciudad de Aná. A otro gobernador, don

Miguel de Aguinaga, le tocó dar cumplimiento a la disposición soberana de ejecutar la Real Cédula y lo hizo el 2 de noviembre de 1675, fecha oficial de la fundación de Medellín.

La próxima semana escribiré sobre la versión de la fundación de Medellín en 1616