El ruido atormenta El Poblado
Las familias que aún quedan en este sector piden que se cumpla una acción popular fallada hace 5 años. Alcaldía y comerciantes responden.
Los pocos habitantes que quedan en Provenza, Lleras y alrededores dicen que una acción popular a su favor no se cumple. ¿Qué responden autoridades y comerciantes?
De las familias del centro de El Poblado y Provenza a las que en 2013 el Juzgado Tercero Administrativo del Circuito de Antioquia les falló a favor una acción popular contra el ruido que los afectaba, hoy allí solo quedan seis.
La acción popular les ordenó a la Alcaldía y a la Policía “diseñar y ejecutar programas efectivos para controlar las fuentes de emisión de contaminación auditiva en Provenza y centro de El Poblado”. También ordenó la congelación de establecimientos con venta y consumo de licor.
Lina Calle, subsecretaria de Gobierno de Medellín, expresó que la Alcaldía sí está cumpliendo la acción popular y al inspector de El Poblado lo delegó para realizar operativos todos los fines de semana para contrarrestar el problema.
José Hermán Molina, uno de los accionantes, advirtió que a pesar de la decisión judi- cial, la situación para los residentes no mejoró, pues los establecimientos fueron autorizados a funcionar hasta las 4:00 a.m., cuando antes el cierre era a las 2:00 a.m.
Además, se abrieron nuevos negocios -algunos con terrazas para bailes- lo cual atrae más visitantes, sostuvo Molina, quien agregó que esto llevó a incrementar el ritmo de salida de los residentes tradicionales del sector.
Beatriz Elena Mesa, quien vive en la carrera 40 con la calle 10, dijo que en los alrededores de su casa hay varios negocios de rumba y los fines de semana el ruido no la deja dormir. Indicó que algunas personas les han sugerido vender, pero que ella y sus hermanas no quieren dejar la herencia de sus padres.
Jaime Sepúlveda fue uno de los impulsores de la acción popular que no aguantó el ruido de Provenza. Decidió, hace 8 meses, venderle su casa a un extranjero y pasarse para un lugar más tranquilo, en el barrio San Lucas. Expresó que se cansó de pedir que se cumpliera la acción popular y se fue para otro lado.
Gremio de comerciantes
Luis Guillermo Orjuela, presidente de la Corporación Zona Rosa y vicepresidente de la Federación de Comerciantes de la Noche de Medellín, reconoció que hay problemas de ruido, pero se quejó por “unos pocos habitantes del sector que están acusando sin fundamentos y descalificando todas las acciones de la Policía y la Alcaldía”.
Comentó que sí se están haciendo controles para cumplir la acción popular y la Policía ha sido tan estricta que, desde que salió el nuevo código, ha cerrado 22 establecimientos en El Poblado por superar los niveles de ruido permitidos.
Recomendó buscar un consenso para lograr un equilibrio entre la tranquilidad de los vecinos y el derecho al trabajo de los comerciantes.
Orjuela recordó que estos habitantes deben tener en cuenta que, según el nuevo POT, el sector es de uso mixto -residencial y comercial-, es decir que permite el funcionamiento de estos establecimientos, a los que la Zona Rosa les ha insistido en que tienen que evitar emisiones de sonido por encima de las normas permitidas.
A las autoridades las llamó a que hagan un estricto control del espacio público, porque su ocupación también está perjudicando a los empresarios y a los habitantes.
El mayor Alexánder Montañez, comandante de la estación de Policía de El Poblado, dijo que con la Alcaldía están midiendo, a través de sonómetros (instrumento para medir sonidos), las emisiones de ruido de los negocios para que no superen los 60 decibeles, los permitidos por la ley.
Anotó que con la aplicación del artículo 91 del código de Policía han sellado, de 3 a 10 días, 22 negocios por ruido. Otros 131 han sido cerrados temporalmente por no cumplir con los requisitos para su funcionamiento.
“Cuando cierran los negocios los fines de semana se hace un barrido por las calles con varios policías para que ninguna persona se quede perturbando la tranquilidad del sector”, contó el oficial
“El Lleras lo estamos convirtiendo en zona transparente, libre de licor, drogas y prostitución en sus espacios públicos”. MAYOR ALEXÁNDER MONTAÑEZ Comandante estación El Poblado