Lesión de gemelos, mal reiterado de James.
El colombiano tendrá que tomar un reposo obligatorio para evitar que la leve molestia muscular que sufrió esta semana tenga mayores consecuencias.
Un escueto comunicado del Bayern fue suficiente para devolver la tranquilidad en el tema de James Rodríguez, quien según el club, tiene “una leve molestia muscular en su gemelo izquierdo y causará baja en los próximos entrenamientos”.
La información oficial tras la resonancia al colombiano espantó temores acerca de una lesión más seria. Sin embargo, el inconveniente físico trajo a colación otras tres lesiones sufridas por James en los gemelos y el sóleo - que se encuentra debajo de estos músculos-.
La primera fue en su gemelo derecho en diciembre de 2014, durante la primera temporada con Real Madrid, la mejor de las tres en las que estuvo James en el cuadro “merengue”. Esa vez permaneció tres semanas fuera.
Luego vino el problema en el sóleo de la pierna izquierda mientras calentaba previo a un juego por Liga española en octubre de 2016, causándole baja durante dos semanas.
La tercera ocurrió apenas tres meses después, en enero de 2017, durante un entrenamiento. Fue la recaída de la lesión anterior que le costó un mes de inactividad.
Ahora se le suma la molestia en su gemelo izquierdo justo en su mejor momento desde que llegó al Bayern de Múnich.
Las lesiones musculares son un factor indisoluble en la competencia de élite. De hecho, reiterados estudios de la Uefa revelan que un club europeo de las ligas principales puede padecer cerca de 45 lesiones de este tipo en su plantilla a lo largo de una temporada.
Sin embargo, como lo explica Edgar Méndez, médico del Independiente Medellín, existen factores de riesgo intrínsecos a
la competencia de élite como las sobrecargas. “Hay que recordar que en Europa están finalizando temporada”, resalta.
Pero también existen condiciones que amplían el peligro de recaídas como “lesiones previas que hayan cicatrizado de forma anómala en la zona afectada”, explica Méndez.
Precisamente sobre el tema de las recaídas, el traumatólogo deportivo Juan Pablo Villa expone el riesgo que implica no atender debidamente lesiones como la del músculo sóleo.
“Es una lesión particular- mente engañosa, más compleja que las de gemelos, porque el deportista cree estar recuperado y comienza a entrenar con normalidad, pero si el tiempo de recuperación no fue el indicado para la cicatrización de tejidos es muy posible que el jugador recaerá en competencia”, explica.
Villa asegura que un tiempo prudencial para garantizar una buena recuperación de sóleo sería mínimo de 6 semanas. Aunque como precisan ambos especialistas, son condiciones generales y no responden necesariamente al caso puntual de James.
De cualquier forma, el percance físico del “10” de la Selección no deja de inquietar a la afición en Colombia y seguramente al cuerpo técnico tricolor. Ahora que ha reencontrado la felicidad de jugar al fútbol, sería una lástima que una lesión le borre a James esa alegría