Este concierto tiene un sabor muy mexicano
Las obras más representativas de la música clásica del país manito se presentan en el Teatro Metropolitano.
El venado azul está en medio de los seres y las deidades en la cosmogonía de los indígenas Huicholes. Es la manifestación del peyote, ese cactus sagrado que enseña el camino espiritual. Esta historia se encuentra en el Maxahuaxi, del compositor mexicano Arturo Pantaleón. Estos imaginarios de la cultura mexicana se escucharán hoy en Medellín.
La obra de Pantaleón reúne ritmos y formas de la cultura musical europea, latinoamericana e indígena del antiguo México. Será interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, México, que esta semana está de gira por Colombia durante la celebración dual México- Colombia.
Además, el espectáculo repasará el trabajo de algunos de los compositores sinfónicos más importantes de este país: Juan Pablo Moncayo, Arturo Márquez, Silvestre Revueltas, Arturo Pantaleón, Blass Galindo y Carlos Chávez.
“Es un concierto con las obras más representativas mexicanas, con mucha diversidad de colores, prehispánicos y folclóricos”, anota el director de la orquesta, Gaétan Kuchta. El espectáculo tendrá la participación de la viola solista Felisa Hernández Salmerón.
Programa
La pieza de este compositor es una creación con muchos co- lores prehispánicos e instrumentos, como el caracol, que hace las veces de trompeta.
Para el director Kuchta, casi parece música impresionista, pero mexicana: “Muchos ritmos nuevos, como en la percusión. Hay un uso muy diferente de los instrumentos que nosotros usamos en Francia. Un grito, un alarido de un animal es muy representativo”, anota él.
También se escuchará la Sinfonía N°2 /Sinfonía india, compuesta en 1935 por una figura fundamental en la historia de la música de México, Carlos Chávez, se caracteriza por el uso de las percusiones indigenistas del Norte de México.
Su estreno se realizó en una emisión de radio, muy frecuente para la época, en 1936 en Nueva York, con Chávez dirigiendo la Sinfónica de Boston. Al siguiente año se presentó en México.
Como lo anotó Chávez en su momento, “en términos musicales, la gran fuerza expresiva del arte indígena radica en su variedad intrínseca, en la libertad y amplitud de sus modos y escalas, en la riqueza de sus elementos instrumentales y sonoros, y en la simplicidad y pureza de sus melodías”.
Otra de las obras que se escucharán hoy será Huapango, de José Pablo Moncayo. Ha sido llamada el segundo Himno Nacional y es una de las más reconocidas a nivel mundial. Posee ritmos tradicionales como el huapango, género
musical de la región de Veracruz. Fue estrenada en 1941 en el Palacio de Bellas Artes e interpretada por la Orquesta Sinfónica de México, bajo la dirección de Carlos Chávez.
Otras piezas serán Danzón N°2, de Arturo Márquez (1950); Sensemayá, de Silvestre Revueltas (1899- 1940), compositor emblemático mexicano, con un trabajo que tiene que ver con los ritmos indígenas, y Sones de mariachi, de Blas Galindo (1910-1993).
Música con aires prehispánicos, chamáticos, sagrados, rituales y folclóricos. Eso es lo que se escuchará