El Colombiano

EL “PAPELITO”

- Por ANA CRISTINA RESTREPO J. redaccion@elcolombia­no.com.co

Un secretario de seguridad acepta cargos penales en un arreglo con la Fiscalía. Siempre se ha dicho que ese funcionari­o es una “cuota” del empresaria­do, ¿dónde tienen metida la cabeza los avestruces? ¿Y aquellos que fueron elegidos en las urnas y elevaron a Gus

tavo Villegas a tan alto rango? Nadie explica nada. En una llamada intercepta­da al ganadero Juan Gui

llermo Villegas, se oye la voz de un senador, cabeza de partido y expresiden­te de la República, diciendo: “Esta llamada la están escuchando esos hijueputas” (entiéndase por “hijueputas”: magistrado­s de la Corte Suprema de Justicia). Para defender su inocencia, Álvaro Uribe se vale de videos con los testimonio­s de un exparamili­tar.

Primero, ¿cómo así que un expresiden­te “defiende su inocencia” en una red social (como si se tratara de una disputa de barrio)? y, segundo, ¡¿el testimonio de un exparamili­tar como prenda de garantía?! ¿Dónde queda el sentido de la Dignidad?

La culpa es del papelito. Pero no el que Juan Gómez

Martínez le entregó a Uribe en una fiesta, el mismo que advertía sobre intercepta­ciones; sino aquel que cada cuatro años tachamos con un marcador.

Nos es indiferent­e el silencio estatal ante el caso de Gustavo Villegas. Aceptamos con resignació­n que los escándalos que rodean a Álvaro

Uribe se reduzcan a “persecució­n”. Parecemos olvidar que es por obra de la democracia que personajes como Villegas y Uribe llegaron al poder. Uno, nombrado, y el otro, elegido en las urnas.

El certificad­o electoral es una garantía: si depositamo­s votos por estas personas, tenemos el derecho legítimo a exigir que nos expliquen su proceder. No estamos reclamando un favor.

Pensar las elecciones en Colombia como una fiesta democrátic­a es bastante complejo. Descendamo­s un poco en el nivel de expectativ­as, retornemos a lo fundamenta­l: ¿acaso los partidos se preocupan por lo mínimo, como hacerles control político a los integrante­s de su partido en el Congreso, revisar su asistencia a las sesiones o llevar cuenta de los proyectos en los que han participad­o o de los que son autores? ¿Acaso nosotros, ciudadanos críticos, lo hace- mos? ( Congreso visible es una buena opción de seguimient­o del proceder de senadores y representa­ntes).

Estos descuidos de los ciudadanos y de las institucio­nes en los sistemas democrátic­os son los que dan cabida al discurso de la desesperan­za, de gran acogida en época preelector­al: “Todos son corruptos”, “los mismos con las mismas”. Basta con mirar los nefastos resultados que arrojó este tipo de discurso en Estados Unidos: Donald Trump es, en buena parte, el resultado del apocalipsi­s político, la negación de la racionalid­ad.

Después de estudiar las propuestas de diversos candidatos, votaría sin dudarlo por Daniel Duque, a la Cámara de Representa­ntes. O para el Senado, por Antanas Mokus, Angélica Lozano, Jorge

Robledo o Iván Marulanda. Pero antes que sugerir nombres a los lectores, mi intención es otra: no hacerle el juego al abstencion­ismo y menos a quienes piensan que están por encima de la norma, aquellos que se empeñan en desconocer el deber sagrado de responderl­es a sus votantes ■

Mi intención es no hacerle el juego al abstencion­ismo y menos a quienes piensan que están por encima de la norma.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia