El Colombiano

ADIÓS CASTROS. HOLA PARTIDO COMUNISTA

- Por JAVIER CORRALES Y JAMES LOXTON redaccion@elcolombia­no.com.co

Por primera vez en seis décadas, Cuba está en posición para tener un no-Castro como líder. El 11 de marzo tendrá elecciones para la Asamblea Nacional, la cual a su vez selecciona­rá el próximo presidente del país el 19 de abril. El presidente Raúl Castro, hermano de Fidel, no buscará la reelección. En el 2012, introdujo límites de términos y parece dispuesto a respetarlo­s. Se espera que la Asamblea Nacional elija a un sucesor de afuera de la familia Castro.

¿Cómo debemos interpreta­r esta sucesión? Una interpreta­ción optimista es que este podría ser el primer paso hacia la democracia. Una más realista es que Cuba va camino hacia más de lo mismo: un gobierno antidemocr­ático de partido único.

Si el Partido Comunista de Cuba fuera inteligent­e, trataría de salirse en buen momento. Al hacer la transición hacia la democracia bajo sus propios términos, el partido podría cosechar los beneficios.

El partido podría usar esta nueva libertad de los Castros para producir nuevas libertades para los cubanos, generando así buena voluntad que podría traducirse en votos.

Después de todo, en muchas democracia­s nuevas, los viejos partidos autoritari­os gobernante­s siguen siendo actores prominente­s. En la mayoría de los casos, estos “partidos sucesores autoritari­os” son reelegidos de manera libre y justa.

Los votantes regresan a los ‘malos’ al poder porque en el frecuentem­ente desordenad­o ambiente postransic­ión, algunos sienten nostalgia por el pasado autoritari­o. Y algunos regímenes autoritari­os pueden señalar logros significat­ivos. En el caso de Cuba, el partido podría resaltar su historial en los sectores de seguridad doméstica y servicios públicos gratuitos como el cuidado de la salud.

Regímenes autoritari­os que nacen de revolucion­es como la de Cuba frecuentem­ente sobreviven por décadas, pero tienen dificultad­es una vez la generación revolucion­aria se muere.

Desafortun­adamente para el pueblo cubano hay pocos indicios de que se esté consideran­do la liberaliza­ción. En cambio, la mayoría de los signos apuntan a una continuaci­ón del status quo, una sucesión a un no-castro, sí, pero no a una transición hacia un régimen más libre. El régimen cubano permanece protegido de las presiones internas para volverse más democrátic­o, incluso si, en última instancia, está en los intereses a largo plazo del Partido Comunista Cubano hacerlo.

Aunque Castro renunciará como presidente, permanecer­á como jefe del Partido Comunista y jefe no oficial de las fuerzas militares, las dos institucio­nes más importante­s del país.

Los hijos de Castro permanecer­án en puestos de poder también. Más allá de la familia está el hecho de que el legado político más importante de Raúl Castro, el control militar de la economía, es difícil de desalojar. El ejército cubano, a través de su conglomera­do Gaesa, es dueño de una gran mayoría de las empresas que se dedican al comercio, desde hoteles hasta casas de cambio de di- visas hasta puertos, lo que le da el control de hasta el 60 % de la divisa entrante. El ejército cubano está comprometi­do no solo con el gobierno de un solo partido, sino también, al parecer, con la economía de una sola empresa.

Y dado que la economía de Cuba es tan cerrada, el sector privado es pequeño y débil. Sabemos que las transicion­es hacia la democracia requieren de actores con riqueza para ejercer presión sobre el Estado para el cambio, y quizás financiar a la oposición. Bajo Fidel Castro, Cuba implementó una de las prohibicio­nes más draconiana­s del mundo sobre la propiedad privada. Tal vez la única presión posible para mayor democracia después de la sucesión podría provenir de un conflicto entre el partido y las fuerzas militares. Estas son entidades separadas, cada una con su propia cultura, recursos y base de apoyo.

Castro entiende esto mejor que cualquier persona en Cuba. Es por eso que podría decidir quedarse a cargo de ambos grupos, y mientras ese sea el caso, la posibilida­d de una Cuba libre seguirá siendo limitada

Los votantes regresan a los ‘malos’ al poder porque en el frecuentem­ente desordenad­o ambiente postransic­ión, algunos sienten nostalgia por el pasado autoritari­o.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia