¿HACIA DÓNDE VAMOS?
“Nunca el periodismo será tan potente como en los años que vienen y nunca se le hará tan poco caso si no se obliga a ser una voz imprescindible dentro de nuestras sociedades”, Jean François Fogel.
No se equivoca Gabo al afirmar que el periodismo es el oficio más lindo del mundo, pues nuestro trabajo es fundamental dentro de una sociedad; tenemos la compleja misión de pintar un pedacito de realidad a nuestras audiencias; qué más quisiéramos nosotros que en primera plana saliera que un gatito se quedó atrapado en un árbol y que mediante actuación heroica bomberos lograron rescatarlo, lastimosamente esa no es la realidad que nos tocó vivir, diariamente nos topamos con casos de corrupción, guerras, niños que sufren de desnutrición, pestes, catástrofes ambientales; todo esto es publicado con la intención de que la gente reaccione y actúe en pro de darle una solución inmediata a estas problemáticas, sin embargo las noticias más leídas son la historia de aquel hombre al que le cobraron un precio elevado por un café o titulares donde muestran “la bonita sorpresa que le dio la novia a aquel famoso cantante de regueton”. Tiene razón aquel autor peruano al afirmar que entramos en una civilización donde lo que más importa es el espectáculo.
Desde la aparición del Internet el tratamiento de la información es más democrático, cualquier persona conectada a la red puede ser creadora de sus propios contenidos, res- ponsables o no. Tenía razón el maestro Kapu cinski al afirmar que las juventudes están destinadas a vencer y lo están haciendo, son millones de reproducciones las que alcanzan los youtubers que se dedican a subir videos de poco nivel intelectual, pero que la gente disfruta al ver cómo estos son capaces hasta de poner en riesgo su vida con tal de recibir un pulgar arriba, los medios se están sintiendo vencidos y como dice el refrán “si no puedes con el enemigo…” el periodismo está cayendo en la misma tónica que nos proponen la redes, el espectáculo, nos olvidamos de nuestros principales objetivos: informar y formar, y le estamos entregando a la gente lo que ella quiere oír, no lo que necesita escuchar.
¿Cómo salvarlo? Hacer periodismo ético, salir de la oficina e ir a las calles, tener rigurosidad investigativa, contenido que sea “del agrado del ilustrado y del entendimiento del iletrado”. Tenemos el poder para transformar algo todos los días
El periodismo está cayendo en la misma tónica que nos proponen las redes. ¿Cómo salvarlo?
* Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades e instituciones vinculadas con el proyecto.