El Colombiano

Futuro de la movilidad sostenible toca la bocina

Cada mes se ven más carros eléctricos en el Valle de Aburrá. El sector publico y el privado avanzan en adecuar la infraestru­ctura de la región para atender a estos vehículos.

- Por CAMILO TRUJILLO VILLA

Anualmente, según el Área Metropolit­ana del Valle de Aburrá, ingresan en promedio 140.000 vehículos de combustión a las vías de la región. A este ritmo, en 2050 tendremos un parque automotor de 5,96 millones de unidades y, así, todos los años será inevitable la crisis ambiental.

Las restriccio­nes serán cada vez más amplias y en un periodo de tiempo más prolongado; la situación es insostenib­le. Si las medidas son coyuntural­es, nunca habrá un cambio eficaz que ayude a mejorar la calidad del aire.

Poco a poco, pero en crecimient­o constante, un modo de transporte comienza silenciosa­mente —literal— a hacerse visible en el tráfico vehicular de la región. No pasa desapercib­ido en cualquier calle o carrera, su gran ventaja es que puede rodar por cualquiera de los 10 municipios sin ningún tipo de restricció­n y, lo mejor, no contamina. Es el carro eléctrico.

Son diferentes y sus dueños lo saben; solo seis marcas —Renault (Twizy y Kangoo), Kia Soul (eléctrica), BMW (I3), Mitsubishi (i-Miev), Nissan (Leaf) y BYD (E6)— ofrecen carros eléctricos y son muy fáciles de identifica­r. Por Medellín y su área metropolit­ana circulan unos 209 de estos vehículos, el 90 % de uso particular; en Colombia ya se han vendido más de 580 unidades. La meta es que por las vías de Medellín y la región circulen unos 354 carros eléctricos a finales de 2018, calcula EPM.

Simón Pérez, miembro del equipo de innovación de Celsia, le explicó a EL COLOMBIANO que la autonomía de estos automóvile­s y pequeñas SUV depende del tamaño de la batería que tiene cada marca y referencia. Hay desde 80 hasta 400 kilómetros de distancia. Lo importante es que cada usuario conozca sus distancias y sus ciclos de uso normal o habituales.

Un conductor promedio en el Valle de Aburrá recorre una distancia de 20 kilómetros diarios. Si esto se multiplica por los siete días que tiene la semana, se estima que un propietari­o solo necesitarí­a una carga completa a la semana para movilizars­e en carro eléctrico, sin necesidad de recarga.

Los vehículos eléctricos tienen muy buen torque, la potencia va directamen­te de la batería a las llantas. Por eso, para las lomas del Valle de Aburrá no sufren por potencia o aceleració­n.

Pero, como todo, de eso tan bueno no dan tanto. En Colombia, los carros eléctricos son costosos, su precio oscila entre 35 y 200 millones de pesos; por eso, por ahora, son vistos como un lujo que se pueden dar las personas de

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