Venezolanos en Medellín, al trabajo con los colores de su patria
Parte de esta comunidad usa gorras, camisetas e insignias de su país para salir a trabajar. ¿Buscan generar empatía o lo hacen por arraigo? Ellos mismos lo cuentan.
La vinotinto, camiseta de la selección de fútbol venezolana, o las gorras tricolor con estrellas y escudo, se ven cada vez más seguido en Medellín. ¿Orgullo patrio? ¿Manifestación política? Ellos mismos nos cuentan cómo llegaron a la ciudad y la razón por la que visten con los colores e insignias de su patria.
Toni Vitola, vicepresidente de la Colonia de Venezolanos en Colombia (Colvenz), señaló que la capital antioqueña es la sexta ciudad con más migrantes del vecino país, y a esto podría deberse que en diferentes barrios se vea una fuerte presencia de esta comunidad, con o sin prendas patriotas.
Andrea Chirinos, psicóloga de profesión, llegó a Medellín hace siete meses con una maleta cargada de materiales para hacer artesanías.
Aunque ama a su país, a diferencia de otros coterráneos nunca ha utilizado estos distintivos. “No estoy de acuerdo con que los venezolanos usen la bandera y cuenten que son de Venezuela para dar lástima y vender”, dijo.
No obstante, Vitola desestimó que quienes porten este tipo de prendas lo hagan con esta intención. “Simplemente nos gusta la vinotinto, la gorra, la bandera, o lo que sea. Son insignias que nos hacen sentir orgullosos”, explicó.
Antonio Pedrón y Manuel
Gil Morales, ambos diseñadores gráficos que llegaron a Medellín hace escasas semanas y consiguieron trabajo en la publicidad de una campaña política, explican que cuando se trata de la gorra tricolor hay un mensaje de fondo.
“Se usa con referencia a la oposición del régimen bolivariano. Es símbolo de resistencia”, subrayó Pedrón, quien enfatizó que es una cuestión de arraigo y orgullo.
Compleja situación laboral
Sebastián Díaz, oficial asociado de protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), explicó que para los venezolanos que no tie- nen visa de trabajo se hizo el Permiso Especial de Permanencia, que les da la posibilidad de laborar a quienes llegaron antes del 2 de febrero pasado. “Sin embargo, no todos los venezolanos cumplen con los requisitos para tramitarlo”, dijo.
Carlos Arcila, subsecretario de Derechos Humanos de Medellín, indicó que “han aumentado las ventas informales de venezolanos, principalmente en el centro, El Poblado, Belén y San Javier”.
Díaz afirma que estos compiten con la población local por algunos trabajos informales, “lo cual puede generar riesgos de xenofobia si se promueven estas tensiones”.
En contraposición, Vitola afirmó que se han sentido bien recibidos y afirmó que, según un rastreo hecho hace seis meses, un 70 % de los venezolanos que llegan tienen estudios y, de estos, 53 % quieren emprender un negocio. “Eso significa que en un mediano plazo incluso van a generar empleo a colombianos”, señaló.
El oficial de Acnur indicó que en Medellín se han formado redes de venezolanos, que agradecen a los colombianos por abrirles las puertas y buscan regularse