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El domingo, en las parlamentarias, medirán cuál es la fuerza política que realmente tienen.
Este es el escenario político de la Farc sin candidato presidencial.
Más de cuatro años de negociaciones y uno largo de implementación esperó la Farc para participar en las elecciones y, justo un día antes de que se venciera el plazo para registrar los candidatos para la contienda por la Presidencia de la República, desistieron de la candidatura.
La razón es el delicado estado de salud de Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko, quien fue intervenido quirúrgicamente a corazón abierto, el martes pasado, en la Clínica Shaio. La recuperación será lenta dadas afecciones pulmonares y basculares.
Sin embargo, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) argumentó otros factores como la falta de garantías para hacer política, que en semanas pasadas hizo que suspendieran temporalmente las actividades proselitistas.
Imelda Daza, quien era la candidata vicepresidencial de Londoño, dijo a EL COLOMBIANO que la enfermedad de su compañero de fórmula es un factor importante pero no definitivo para tomar la decisión: “Yo creo que si él hubiera estado aliviado tampoco hubiéramos seguido, porque estaba en riesgo nuestra integridad física, no se dieron más agresiones porque suspendimos los actos públicos de campaña, en estas condicio- nes, ni con Timo hubiéramos podido seguir”.
Es un hecho que la Farc no inició en política con pie derecho. Al respecto, Miguel Ángel García, director del Observatorio de Democracia de la U. de los Andes, consideró que más allá de la polarización que genera por su pasado guerrillero, hay un sector de la sociedad que no está de acuerdo con que estuvieran en política sin pasar primero por la justicia. Esto se suma al ambiente de hostilidad que se vive en estas elecciones y no solo toca a ese partido sino a los otros opositores del sistema.
García dijo que “las Farc vivieron 50 años haciendo críticas al sistema político colombiano y de un momento a otro, por el hecho de convertirse en un partido político, no van a cambiar su posición, lo van a seguir criticando y la ratificación de ese discurso
está en el planteamiento de que no hay garantías”.
Pero, por otro lado, dentro de ese movimiento no había nadie que pudiera o tal vez quisiera reemplazar al candidato presidencial, primero porque era un salto al vacío, las encuestas y la reacción de la opinión pública durante los eventos de campaña evidenciaron que la propuesta de Farc no tenía posibilidad.
Además, hay una línea de mando que en esa organización todavía pesa: “creo que para ellos el simbolismo del mando sigue estando muy presente, no es cualquier candidato presidencial, es el más importante, el comandante”, explicó Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento a los Diálogos de Paz de la U. Nacional.
De acuerdo con su análisis,
también habría sido aceptable una candidatura de Luciano Marín, conocido como Iván Márquez, pero eso sería quitarle la curul que ya tiene asegurada en el Congreso.
¿A quién apoyarán?
Aunque durante la rueda de prensa en la que anunciaron la declinación de la candidatura presidencial, los voceros de Farc no comprometieron su apoyo a ninguno de los aspirantes, Daza sí dijo a este diario que tienen una baraja: “a partir de los resultados del domingo vamos a mirar la composición del Congreso, queremos promover una convergencia con un candidato único para un gobierno de transición”.
En esa convergencia imaginan a Humberto de la Calle, Piedad Córdoba, Sergio Fajardo y Gustavo Petro, que son quienes, según Daza, pretenden proteger el Acuerdo de Paz. Sin embargo, esos candidatos no han hablado de esa coalición (ver Radiografía).
Alejo Vargas advirtió que los dirigentes de Farc saben que ante la opinión pública su respaldo a cualquier campaña será mal vista, que “a ninguna candidatura le va a gustar su apoyo, entonces tampoco van a jugar un papel importante ahí”.
Sin embargo, la excandidata vicepresidencial señaló que esas suposiciones son parte de ese “odio inoculado contra la guerrilla que ya dejó de existir, lo que hay hoy es un partido político, eso lo dicen los enemigos tradicionales de la izquierda y algunos candidatos, pero esperemos que se acerque la primera vuelta y veremos cómo esos temores y ascos se van modificando”.
Este domingo será la primera vez que Farc se mide en las urnas, y aunque tienen 10 curules aseguradas, podrán ver qué tanto creen en ellos los colombianos
“Farc será un partido con vocación parlamentaria y regional, pero así pierden la visibilidad que da la campaña presidencial”. MIGUEL ÁNGEL GARCÍA Dir. del Observatorio Democracia